La ciudad de Washington, por lo general, esta desolada los sábados y domingos, pero ahora la situación es otra.
Esta capital albergará, entre este domingo y lunes, a más de 700 mil personas que llegan para la toma de posesión del presidente Barack Obama.
Los alrededores del Capitolio están siendo vigilados y el acceso a la zona del Mall o Alameda Nacional es muy riguroso, especialmente cuando en medio de estas calles se levantan vallas que impedirán el paso de muchos visitantes.
Anthony Craig, quien llegó desde Montana cree que “será un momento histórico e inolvidable”, pero que “no es necesaria tanta seguridad”.
“Vale la pena venir a verlo, pero tantas paredes, tanta seguridad, le quita el sabor a este evento”, señala Craig.
Ya fueron colocados letrinas móviles, centros de emergencia, reflectores de calor y cables que conectaran cámaras, luces, equipos y parlantes.
La juramentación de Obama se realizará en las escalinatas del Capitolio y llegar allí es casi imposible, se requiere de una identificación especial y pasar por una serie de controles de seguridad.
Las entradas para el público ya están levantadas y solo a través de esos puntos, cuyas indicaciones están en las invitaciones, será por donde la persona podrá acceder.
Periodistas de varios países llegaron a Washington e instalaron sus antenas, remotos y los reporteros están listos para el cubrimiento de este histórico evento.
El metro o subway, así como los autobuses operaran a su máxima capacidad y se espera que todo funcione a la perfección.
Esta capital albergará, entre este domingo y lunes, a más de 700 mil personas que llegan para la toma de posesión del presidente Barack Obama.
Los alrededores del Capitolio están siendo vigilados y el acceso a la zona del Mall o Alameda Nacional es muy riguroso, especialmente cuando en medio de estas calles se levantan vallas que impedirán el paso de muchos visitantes.
Anthony Craig, quien llegó desde Montana cree que “será un momento histórico e inolvidable”, pero que “no es necesaria tanta seguridad”.
“Vale la pena venir a verlo, pero tantas paredes, tanta seguridad, le quita el sabor a este evento”, señala Craig.
Ya fueron colocados letrinas móviles, centros de emergencia, reflectores de calor y cables que conectaran cámaras, luces, equipos y parlantes.
La juramentación de Obama se realizará en las escalinatas del Capitolio y llegar allí es casi imposible, se requiere de una identificación especial y pasar por una serie de controles de seguridad.
Las entradas para el público ya están levantadas y solo a través de esos puntos, cuyas indicaciones están en las invitaciones, será por donde la persona podrá acceder.
Periodistas de varios países llegaron a Washington e instalaron sus antenas, remotos y los reporteros están listos para el cubrimiento de este histórico evento.
El metro o subway, así como los autobuses operaran a su máxima capacidad y se espera que todo funcione a la perfección.