El presidente estadounidense, Barack Obama, expresó su fuerte apoyo y simpatía a los intereses de los países isleños pequeños, los cuales reconoció como “entre los más vulnerables a los efectos del cambio climático”.
Durante una reunión con los líderes de un grupo de islas-naciones en los márgenes de la Cumbre sobre Cambio Climático que se desarrolla en París, Obama dijo: “Yo soy un chico isleño”, citando su niñez en Hawái e Indonesia.
El mandatario reconoció que los cambiantes patrones del clima podrían eventualmente llevar a que decenas de millones de personas se conviertan en “refugiados climáticos” especialmente en la región del Pacífico asiático.
Obama prometió apoyar las necesidades de estas islas en la conferencia, resaltando que probablemente no sean los países más poblados ni tampoco tengan importantes ejércitos o influencia, pero dijo que tienen el derecho a un sentido de “lugar y cultura”.
Anunció una contribución de $30 millones como aporte a las iniciativas de seguro contra los riesgos del clima en el Pacífico, Centroamérica y Africa que ayudará a mejorar la cobertura en los casos de impactos de eventos relacionados con el clima.
La conferencia sobre cambio climático no puede simplemente “servir a los intereses de los más poderosos”, sino que también debe servir los intereses “de los más vulnerables”, acotó el presidente.
Señaló que el acuerdo de París debe ser ambicioso, transparente y debe tener revisiones periódicas si es que estas naciones van a sobrevivir.
Las islas pequeñas son vulnerables, sobre todo, al aumento de los niveles de los océanos provocado por el derretimiento del hielo polar a causa del aumento de las temperaturas a nivel mundial.
Además de Obama estuvieron presentes el primer ministro de Barbados, Freundel Stuart, el presidente de Kiribati, Anote Tong, el presidente de las Islas Marshall, Christopher Loeak, el primer ministro de Papua Nueva Guinea, Peter O'Neill y el de Santa Lucía, Kenny Anthony.