Los presidentes de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Vladimir Putin, acordaron el domingo en la necesidad de que haya una transición política en Siria, en la mediación de Naciones Unidas y en un cese el fuego que termine la guerra civil en ese país.
Los dos líderes se reunieron durante 35 minutos en Antalya, Turquía, en los pasillos de la cumbre del G20, en lo que la Casa Blanca calificó de “discusión constructiva”, un gran cambio sobre otras reuniones en las que las conversaciones han sido a menudo antagonistas.
El asesor en Relaciones Exteriores de Putin, Yuri Ushakov, coincidió en que el líder ruso tuvo “una muy detallada conversación” con Obama.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que Obama y Putin “notaron el progreso diplomático” que se ha alcanzado en las semanas recientes en las conversaciones que se llevan a cabo en Viena. Al mismo tiempo, Obama elogió “los esfuerzos de todas las naciones” para combatir a los militantes del grupo Estado islámico en Siria e hizo “notar la importancia de que los esfuerzos militares rusos en Siria se enfoquen” en el Estado islámico.
Funcionarios estadounidenses a menudo se han quejado de que la campaña de bombardeos aéreos de Moscú en Siria está dirigida en su mayor parte contra los grupos rebeldes que luchan contra el presidente sirio Bashar al-Assad en lugar de enfocarse en las posiciones del Estado islámico.
“Las metas estratégicas relacionadas con la lucha (contra el Estado islámico) son muy parecidas”, dijo Ushakov, “pero las diferencias tácticas aun persisten”.