El presidente Barack Obama dijo haber regresado “con energía” de sus vacaciones de fin de año en Hawái, y se reúne este lunes con altos funcionarios de seguridad, en anticipación al esperado anuncio de endurecimiento de los controles federales sobre la compra de armas.
Obama ha citado a la fiscal general, Loretta Lynch, al director del FBI, James Comey, y a otros funcionarios para discutir qué acciones tomar para tratar de controlar la violencia armada en el país.
“En todo Estados Unidos, los sobrevivientes de la violencia armada y los que han perdido un hijo, un pariente o un cónyuge se ven obligados a recordar esos eventos día tras día, y sin embargo el Congreso todavía no hace nada para prevenir que lo que les ha pasado les pase también a otras familias”, dijo Obama en su mensaje radial semanal.
Se espera que tras la reunión con la fiscal, Obama emita órdenes ejecutivas expandiendo la revisión de antecedentes cada vez que se compren armas.
Al escoger emitir órdenes ejecutivas, el presidente no necesita la aprobación del Congreso que es dominado por miembros del Partido Republicano, quienes abrumadoramente se oponen a restringir la posesión de armas. No obstante, cualquier acción que tome el presidente enfrentará retos legales.
El candidato presidencial republicano, Donald Trump, fue uno de los primeros en manifestarse en contra de más controles.
"Vamos a salvar la Segunda Enmienda. Hay un gran asalto contra la Segunda Enmienda", dijo refiriéndose al derecho a la posesión de armas contemplado en la Constitución estadounidense.
Por su parte, el candidato presidencial demócrata, Bernie Sanders, se manifestó en apoyo al presidente.
"Debemos expandir y fortalecer la revisión instantánea de antecedentes para que la gente que no debe tener armas, los criminales y la gente con problemas mentales no tenga armas. Creo que eso es lo que el presiente intenta hacer", dijo.
La preocupación de Obama sobre la violencia armada es producto de una serie de matanzas en los años recientes en Estados Unidos, incluyendo la del mes pasado en San Bernardino, California, en la que murieron 14 personas.
El presidente también participará en un cabildo abierto sobre el tema, que será transmitido por la cadena CNN el próximo jueves.