El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que al pueblo estadounidense de la compañía energética BP tendrá que pagar todos los daños causados por el gigantesco derrame de petróleo en el Golfo de México.
El presidente se dirigió a la nación, el primer discurso televisado a nivel nacional desde la Oficina Oval de la Casa Blanca, desde que asumió el cargo hace 17 meses.
Ocho semanas después de que la plataforma petrolera de BP explotara en las aguas profundas, matando a 11 trabajadores y arrojando petróleo a lo largo del Golfo, el presidente Obama dijo que el gobierno de los EE.UU. hará a la empresa responsable.
"Pero no nos engañemos: Vamos a luchar contra este derrame con todo lo que tenemos por el tiempo que sea necesario", dijo el presidente Obama.
"Haremos pagar a BP por los daños que su compañía ha causado. Y haremos lo que sea necesario para ayudar a la costa del Golfo y sus habitantes a recuperarse de esta tragedia", añadió el mandatario.
Obama dijo que cuando se reúna con funcionarios de la de la multinacional, exigirá que se establezca un fondo, administrado por un tercero independiente, en beneficio de las víctimas del derrame.
Inmediatamente después que el presidente pronunció su discurso televisivo, BP publicó una declaración diciendo el objetivo de la compartía es limpiar el petróleo y ayudar a los afectados por el desastre.
Obama regresó a Washington, después de inspeccionar los daños durante una visita de dos días a la región del Golfo, y habló horas después de que el gobierno elevó su estimación de la cantidad de petróleo que se ha vertido en el agua.
Un panel de científicos del gobierno ahora estima que entre 35.000 y 60.000 barriles de petróleo están entrando en el Golfo cada día, por encima de la estimación anterior de 40.000.
Obama aboga por un programa de restauración del Golfo a largo plazo, para ayudar a la región a recuperarse de años de desastres ambientales, incluyendo los huracanes Katrina y Rita en 2005.
El presidente también hablo de la creación de una comisión nacional para entender las causas de la catástrofe de BP, y ofrecer recomendaciones en materia de seguridad y estándares ambientales.
Además, Obama anunció su elección para dirigir la agencia gubernamental que supervisa el desarrollo de petróleo y gas, que ha sido acusado de falta de supervisión de la industria. Un ex fiscal federal, Michael Bromwich, fue el nominado.
"Su cargo en los próximos meses es construir una organización que actúa como organismo de control de la industria petrolera", dijo Obama.
El presidente también hizo un llamado en favor de los EE.UU. para poner fin a su dependencia en el petróleo extranjero y desarrollar su industria de energía limpia.