Conforme se había anunciado el departamento de Justicia presentó este viernes oficialmente un recurso en el que pide a la Corte Suprema intervenga para dar luz verde a los decretos migratorios del presidente Obama que protegería de la deportación a casi 5 millones de inmigrantes.
De esta manera podría implementarse la Acción Diferida para Padres de Ciudadanos Estadounidenses (DAPA) y se extendería el programa para jóvenes conocido como DACA.
En este momento DAPA y DACA están paralizados por una disputa legal entre 26 estados, principalmente de gobierno republicano, que decidieron apelar ante una corte argumentando que los decretos son inconstitucionales por suponer un cambio político demasiado grande como para que el presidente actúe sin autorización del Congreso.
Sin embargo, el mandatario argumentó este viernes en su recurso que el plan para "sacar de las sombras" a millones de indocumentados no viola la separación de poderes y tampoco supone un cambio sustancial en las leyes migratorias del país al ser acciones limitadas en el tiempo y no ofrecer ningún camino hacia la ciudadanía.
"Durante décadas, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha ejercido su poder discrecional en una práctica conocida como 'acción diferida' para por razones humanitarias o simplemente por su propia conveniencia abstenerse de deportar a unos individuos particulares durante un periodo de tiempo", defendió el gobierno.
