Los miembros de una comisión bipartidista del Congreso de EE.UU. encargada de reducir el déficit federal en $1,2 billones de dólares durante la próxima década reconocieron que no han conseguido ponerse de acuerdo a pesar de los reiterados pedidos del presidente Barack Obama para que lo logren.
Aunque los legisladores no han renunciado a elaborar un plan siguen divididos cuando ya apenas queda poco más de una semana del plazo acordado, que vence el próximo 23 de noviembre.
Jeb Hensarling, que preside el grupo republicano en la comisión dijo que si se tratara de un asunto fácil, ya “el presidente de Estados Unidos y el de la Cámara de Representantes lo habrían logrado por su cuenta".
Los demócratas han dicho estar dispuestos a aceptar rebajas en programas como la Seguridad Social, y el Medicare (seguro médico a mayores de 65 años) y Medicaid (para los pobres), sólo después de que los republicanos aprueben elevar los impuestos, especialmente a los más ricos.
Por su parte, los republicanos alegan que el déficit se ha duplicado por el exceso de gasto público promovido por los demócratas y sostienen que un alza de impuestos minará la creación de empleos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha expresado su esperanza de que los líderes de la comisión hagan lo que sea necesario en los próximos días para redactar un plan que logre su objetivo.
Obama dijo durante una rueda de prensa que las reducciones no requieren cambios radicales y que otros países tienen que realizar reformas mucho más significativas.
El mandatario estadounidense también reiteró su llamado para que la reducción del déficit sea un balance de cortes al gasto y mayores ingresos.
El Congreso en pleno tendría que aprobar las recomendaciones que haga la comisión bipartidista. Si las gestiones fracasan, habrá reducciones automáticas en los presupuestos de defensa y en programas domésticos.