En la madrugada de hoy sábado en Japón, se presentó un nuevo sismo de 7,3 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, con epicentro en la costa occidental de la isla de Kyushu, prefectura de Kumamoto.
Este segundo movimiento telúrico se dio a unos 10 kilómetros de profundidad, cerca de la superficie, ocasionando hasta ahora 32 muertos y decenas de personas sepultadas bajo escombros y con heridas de consideración.
La información la brindó el Gobierno japonés, que ha desplegado un contingente de 15.000 efectivos de las Fuerzas de Autodefensa para tareas de rescate que podría ampliarse a 20.000.
En total van 41 muertos sumados los 32 de este sábado y los otros nueve del jueves por la noche.
Se estiman 1.500 heridos en 13 municipios y 44.400 evacuados. Más de 200 casas y otros edificios quedaron destruidos o dañados.
Los medios japoneses informaron que casi 200.000 hogares se quedaron sin electricidad. Se calcula que 400.000 viviendas carecían de agua potable.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) consideró que el terremoto del jueves fue el precursor y el de esta madrugada el principal al haber tenido una intensidad 16 veces mayor.