El nuevo primer ministro australiano Anthony Albanese señaló el martes que resistirá la creciente influencia de China en la región Indo-Pacífico, lo que podría abrir las puertas a un acercamiento más estrecho entre Estados Unidos y Australia.
“Nosotros determinaremos nuestros propios valores”, dijo el recién elegido Albanese en el marco de la reunión de líderes de la Cuarteta, un grupo informal entre Estados Unidos, Japón, India y Australia. “Determinaremos la dirección futura de Australia. Es China la que ha cambiado, no Australia”.
También dijo que había recibido una felicitación formal del primer ministro chino Li Keqiang, pero no había hablado con Beijing desde su victoria electoral, hace tres días.
También el martes, la Casa Blanca expresó en un comunicado que el presidente Joe Biden “reafirmó su firme respaldo a la alianza entre EEUU y Australia y el compromiso a fortalecerla más”.
La nota de Biden mencionó el creciente interés de China en Taiwán y dijo que el presidente “elogió el fuerte respaldo de Australia a Ucrania después de la invasión de Rusia, y los líderes coincidieron en la importancia de una continua solidaridad, incluyendo asegurar que un acontecimiento de ese tipo nunca ocurra en el Indo Pacífico”.
Albanese, un político de tendencia izquierdista del Partido Laborista de Australia, prometió que si era elegido profundizaría las relaciones con la Cuarteta y con Estados Unidos. El sus primeros comentarios como primer ministro, describió a Estados Unidos como “el aliado más importante de Australia”.
Albanese dijo además que los cuatro líderes de la Cuarteta discutieron cómo “asegurar los valores compartidos en la región en un momento en que China está buscando ejercer más influencia”.
La elección de Albanese tuvo lugar después de nueve años de relaciones en deterioro con China bajo el líder conservador Scott Morrison. Las relaciones empeoraron en 2021, cuando las autoridades chinas entregaron a un periodista australiano una lista de 14 quejas de Beijing contra Canberra.
La lista incluía leyes de interferencia extranjera en Australia, decisiones para prohibir a la firma Huawei de sus redes 5G y respaldar una “campaña anti china de EEUU” de pedir una investigación sobre el origen del COVID-19.
Sin embargo, a pesar de todo el barullo sobre China, la declaración final de la Cuartera eludió cuidadosamente mencionar directamente al gigante asiático con un lenguaje generalizador.
"Nos oponemos fuertemente a toda acción coercitiva, provocadora o unilateral que busque cambiar el status quo y aumentar las tensiones en el área, como la militarización de elementos disputados, el peligroso uso de naves de guardias costeras y milicias marítimas, y los esfuerzos para trastornar las actividades de explotación de recursos marítimos por otros países”.
[Informe de Anita Powell, VOA]
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