El Congreso de Estados Unidos piensa reembolsar a Nueva York $7 millones de dólares por los gastos para proteger la Torre Trump donde vive el presidente electo, en lugar de los $35 millones solicitados por la ciudad.
Una iniciativa de ley de gastos provisional dada a conocer el martes en el Congreso encabezado por los republicanos asigna solo esa cantidad.
La propuesta financia el gasto del gobierno hasta abril. Se espera que la Cámara de Representantes la someta a votación el jueves, y el Senado poco después.
El alcalde demócrata de la ciudad, Bill de Blasio, se quejó de la respuesta del Congreso.
"Los contribuyentes de la ciudad de Nueva York no deberían ser responsables por 80% de la cuenta nacional" para proteger al presidente electo Trump y su familia, afirmó de Blasio en un comunicado.
Desde que Trump ganó las elecciones del 8 de noviembre, la seguridad en los alrededores del rascacielos de Manhattan donde vive y trabaja se ha incrementado a niveles extraordinarios. El Departamento de Policía de Nueva York ha desempeñado un papel destacado, así como el Servicio Secreto y el personal privado de seguridad del presidente electo.
La torre en la Quinta Avenida está resguardada por policías armados con fusiles de asalto, perros detectores de bombas y barreras de concreto. La policía ha cerrado algunos carriles al tránsito, ha colocado barreras en la manzana donde los residentes de la torre tienen una entrada privada y ha establecido retenes controlados por agentes.
El gobierno federal ya le ha reembolsado anteriormente a los gobiernos estatales y locales por proteger a los presidentes electos: abrió una partida de $7 millones de dólares en un programa de subvenciones después de que el demócrata Barack Obama, que anteriormente representaba a Illinois en el Senado federal, asumió la presidencia en 2009. Chicago gastó más de $1,5 millones de dólares en proteger la vivienda de Obama allí entre el día en que fue elegido hasta el momento en que asumió la presidencia, de acuerdo con un reporte del periódico Chicago Tribune de 2009 basado en registros municipales.
En cartas enviadas a los líderes del Congreso y la Casa Blanca esta semana, el gobierno de la ciudad de Nueva York no dio detalles de los costos estimados, pero sí hizo notar el desafío "sin precedentes" de proveer seguridad a nivel presidencial en un edificio que es una atracción turística en una de las zonas más transitadas de Manhattan, así como el proteger la caravana de vehículos de Trump cuando él sale.
En una entrevista con la radiodifusora WNYC, de Blasio dijo que la ciudad seguirá buscando el reembolso del dinero en rondas futuras de leyes federales de gastos.
