La ciudad de Nueva York aprobó por amplia mayoría dos leyes que evitarán que más inmigrantes indocumentados sin antecedentes criminales sean separados de sus familias y deportados.
De esta manera, tanto la policía como el departamento de prisiones, no tendrán que cumplir con el requerimiento del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de detener por más tiempo a un inmigrante a la espera de revisarse el estatus migratorios para luego ser deportado.
Las autoridades en Nueva York solo cumplirán con el requerimiento de detención migratoria cuando tengan la orden de un juez y cuando la persona detenida figura en la lista de terrorista o representa una amenaza grave para la ciudadanía.
El concejo de la ciudad con esta resolución quiere mandar el mensaje de apertura y respeto a la dignidad de los inmigrantes y aseguran que no los obligarán a cumplir con políticas o leyes de inmigración que no funcionan y que lo único que consiguen son la separación de familias.
"Nueva York es una ciudad que respeta los derechos constitucionales y la dignidad de todos sus residentes", señaló. "Además, no tenemos razones para gastar los escasos recursos con los que contamos cooperando en la imposición de leyes migratorias que no funcionan", dijo la presidenta del Concejo Municipal, la puertorriqueña Melissa Mark-Viverito.
Medidas similares han sido adoptadas por otras jurisdicciones en el país como en Chicago y Los Ángeles.