Equipos de rescate sacaron a un hombre de 70 años de un edificio derrumbado en el oeste de Turquía, unas 34 horas después de que un fuerte terremoto en el mar Egeo azotara Turquía y Grecia.
El terremoto, que derribó edificios en la ciudad turca de Esmirna, ha matado al menos a 60 personas y ha dejado a más de 900 heridas, reporta The Associated Press. El sismo del viernes por la tarde se centró en el mar Egeo al noreste de Samos. Las estimaciones de su magnitud varían de 7,0 a 6,6. El fuerte terremoto ocurrió cuando Turquía ya estaba luchando contra una recesión económica y la pandemia de coronavirus.
El hombre rescatado vivo el domingo de un edificio derrumbado en Turquía, fue identificado como Ahmet Citim.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visitó Esmirna el sábado por la noche, donde prometió que el gobierno ayudaría a las víctimas que perdieron sus hogares con viviendas temporales y alquiler, y comenzaría la construcción de nuevos edificios.
El mortal terremoto se originó en una falla de 250 kilómetros frente a la costa de la isla griega de Samos, que atraviesa el mar Egeo que divide Turquía y Grecia. Siguieron cientos de réplicas.Apenas unas horas después del terremoto, el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis realizó una rara llamada telefónica al presidente turco para ofrecerle sus condolencias.
"Cualesquiera que sean nuestras diferencias, estos son momentos en los que la gente necesita estar unida", publicó Mitsotakis en Twitter.
Erdogan respondió en un tweet gemelo: "Que dos vecinos muestren solidaridad y apoyo en tiempos difíciles es más valioso que muchas cosas en la vida".
Estados Unidos ha saludado la diplomacia greco-turca del terremoto y ha expresado su disposición a ayudar a los dos países de la OTAN.
"Es genial ver a ambos países dejar de lado sus diferencias para ayudarse mutuamente durante un momento de necesidad. Estados Unidos también está listo para ayudar", dijo el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Robert O'Brien.
Francia también ofreció asistencia a los países, extendiendo "plena solidaridad tanto a Grecia como a Turquía".
Aunque tanto Grecia como Turquía son miembros de la OTAN, quizás no haya dos naciones vecinas aliadas cuyos tratos hayan estado marcados por tantos conflictos y desconfianza. Más recientemente, ambas partes se han visto envueltas en un acalorado enfrentamiento energético en el Mediterráneo oriental, que las ha llevado al borde de la guerra durante el verano.
La Unión Europea y Estados Unidos han estado trabajando durante meses con la esperanza de sentar a ambos lados para negociar sus diferencias, pero fue en vano.
No está claro si el mortal terremoto puede fortalecer los lazos.
Con la colaboración de Isabela Cocoli.