El undécimo informe anual del secretario general de las Naciones Unidas sobre represalias fue presentado el miércoles por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y documenta presuntas represalias en 45 países, que “representan solo una fracción del número real de incidentes cometidos”, tanto por los Estados como por actores no estatales, indica el documento.
La subsecretaria general de Derechos Humanos de la ONU, Ilze Brands Kehris, quien presentó el informe dijo que, dado el importante cambio en la interacción con la ONU debido a la pandemia, esperaban que las cifras descendieran, “pero lamentablemente no ha sido el caso. Por el contrario, me preocupa que esto pueda ser incluso una señal de que los casos han aumentado”.
El informe además señala “algunos entornos represivos o restrictivos que conducen a la autocensura y, por lo tanto, a una menor cooperación con la ONU”.
Brands Kehris, hizo referencia a que a raíz de la pandemia del COVID-19 el trabajo con activistas, prensa u otros colaboradores es de forma virtual, ámbito a donde también se han trasladado el acoso y la intimidación.
“Los casos van desde activistas y periodistas atacados en las redes sociales después de hablar en una reunión de la ONU, hasta ser sancionados por enviar información o comunicarse electrónicamente (…). Algunas de estas comunicaciones a la ONU se pensaban que eran privadas, lo que expone el grado de vigilancia y las fisuras en la seguridad digital que enfrentan activistas y periodistas”, puntualizó Kehris.
Otros de los casos que ilustra el informe son aquellos que tienen que ver con activistas privados de libertad de forma prolongada o cumpliendo penas de prisión, sufriendo malos tratos y hasta tortura.
La ONU ha publicado en línea el informe completo (en inglés), con anexos que detallan los casos país por país.
También se enfatizan los riesgos que enfrentan los jóvenes activistas y representantes de comunidades indígenas y grupos minoritarios. “Entre los muchos grupos amenazados, ahora estamos recibiendo más preocupaciones de los jóvenes involucrados en protestas y de aquellos que utilizan los foros de la ONU para defender sus derechos”, dijo Brands Kehris.
