La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, criticó las denuncias hechas sobre el uso innecesario y excesivo de la fuerza por parte de los oficiales de seguridad federales y locales de Estados Unidos contra manifestantes pacíficos en Portland y otras ciudades del país.
Funcionarios de derechos humanos de la ONU han expresado preocupación por las manera en que las fuerzas de seguridad estadounidenses han interrumpido o dispersado las protestas a las que miles de personas se han unido después de la muerte del afroestadounidense George Floyd, y que despertó un movimiento contra el racismo que ha llegado incluso a otros países del mundo.
Según la Oficina del Alto Comisionado, las personas tienen derecho a protestar pacíficamente y no deben ser sometidas a un uso innecesario, desproporcionado y discriminatorio de la fuerza.
La portavoz de derechos humanos de la ONU, Liz Throssell, dice que las personas y los periodistas que informan sobre las protestas no deberían estar bajo amenaza de arresto o detención arbitraria, ni estar sujetos a otras violaciones de sus derechos humanos.
"Ha habido informes de que manifestantes pacíficos han sido detenidos por agentes de policía no identificados y eso es una preocupación, porque puede colocar a los detenidos fuera de la protección de la ley y puede dar lugar a detenciones arbitrarias y otras violaciones de los derechos humanos", dijo Throssell.
Las protestas en Portland, Oregón, comenzaron hace casi dos meses, luego del asesinato del afroamericano George Floyd mientras estaba bajo custodia policial en la ciudad de Minneapolis. Las manifestaciones han sido en gran parte pacíficas, pero recientemente se vieron empañadas por saqueos, incendios provocados y daños a la propiedad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que envió fuerzas federales a Portland para restaurar la ley y el orden. Dijo que quería ayudar a los líderes en la ciudad del noroeste del país, a quienes dijo que habían "perdido el control de los anarquistas y agitadores".
Throssell le dijo a la Voz de América que es importante que las autoridades se aseguren de que los agentes de seguridad que están desplegados no amenacen con el uso de la fuerza para disuadir a los manifestantes, y para ello, agrega que todos deberían estar claramente identificados.
"Es muy importante cuando hay un incidente, que se pueda rastrear quién es el responsable", dijo Throssell. "Cuando las personas que asumen un rol policial no son identificables, eso puede aumentar el riesgo de detenciones arbitrarias. Entonces, es realmente para subrayar la responsabilidad de las fuerzas que se están desplegando. Es realmente importante que sean claramente identificables", insistió.
Asimismo, la oficina de Derechos Humanos de la ONU está solicitando una investigación imparcial y transparente sobre las denuncias de violaciones de derechos humanos por parte de las autoridades estadounidenses. Dice que las personas que son víctimas de fuerza excesiva y otros abusos tienen derecho a una compensación, y los responsables de estos crímenes deben rendir cuentas.