Los ministros de Relaciones Exteriores del Grupo de los Siete tienen este martes un intenso día de conversaciones en Londres, con una agenda que incluye las relaciones con China y Rusia, el golpe en Myanmar, el conflicto de Siria y la situación en Afganistán.
La Cancillería británica dijo que en esta sesión el secretario del Exterior, Dominic Raab, “presidirá las discusiones sobre asuntos geopolíticos vitales que amenazan la democracia, las libertades y los derechos humanos”.
Raab indicó que las conversaciones son “una oportunidad para reunir a sociedades democráticas y abiertas, y demostrar unidad en un momento en que se necesita para hacer frente a retos compartidos y amenazas en alza”.
Se espera que Raab exhorte a los miembros del G-7 a sancionar a individuos y entidades conectadas con la junta militar de Myanmar, respaldar embargos de armas y ampliar la ayuda humanitaria al pueblo birmano.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, explicó a los reporteros la situación con China después de reunirse con Raab. “La meta no es tratar de contener a China ni mantener a raya a China”, dijo.
“Lo que estamos tratando de hacer es preservar el orden internacional basado en reglas al que nuestros países han dedicado tanto (esfuerzo) en muchas décadas para beneficio, no solo de nuestros ciudadanos, sino de todos alrededor del mundo, entre ellos China”, agregó.
Raab dijo que Estados Unidos y Gran Bretaña están buscando vías constructivas para trabajar con China “de una forma apropiada y positiva” en temas como el cambio climático, cuando sea posible.
Sobre otras partes en la región, Estados Unidos dijo que está dispuesto a un acercamiento diplomático con Corea del Norte para alcanzar la meta de la desnuclearización de la península de Corea, después de finalizar una revisión de varios meses de la política con Pyongyang.
“Lo que tenemos ahora es una política que propone un enfoque práctico calibrado que es abierto y explorará la diplomacia con Corea del Norte para tratar de hacer adelantos prácticos que aumenten la seguridad de Estados Unidos, de nuestros aliados y de nuestras fuerzas desplazadas (en la región)”, dijo Blinken el lunes.
Raab declaró que Gran Bretaña y Estados Unidos “comparten el paradigma estratégico” y se apoyarán mutuamente.
El viernes, la administración Biden anunció la finalización de la revisión de la política hacia Corea el Norte y se espera que el presidente designe a un enviado especial para asuntos de derechos humanos de Corea del Norte.
El domingo, Pyongyang fustigó a Estados Unidos y sus aliados en una serie de declaraciones, diciendo que los recientes comentarios de Washington eran una prueba de una política hostil.
Las conversaciones ministeriales del G-7 preparan las condiciones para una cumbre de líderes en junio, también en Gran Bretaña.
El grupo está compuesto por Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. En las conversaciones de esta semana también están participando Australia, la India, Sudáfrica, Corea del Sur y Brunéi.
Después de las reuniones del G-7, Blinken tiene planeado viajar a Ucrania para reunirse con el presidente Volodymyr Zelenskiy y otros altos funcionarios del gobierno.
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