La jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, anunció el viernes la posposición por un año de las elecciones legislativas de septiembre.
"Retrasar la elección del Consejo Legislativo es una decisión muy difícil pero, para combatir la pandemia y salvaguardar la salud pública mientras se asegura que la elección se celebra de manera abierta y justa, esta decisión es necesaria", dijo Lam en una conferencia de prensa.
La dirigente política sustentó sus argumentos en los números récord de nuevos casos de coronavirus reportados en los últimos días y sostuvo que "no hubo absolutamente ninguna consideración política" detrás de la demora.
Sin embargo, los críticos dijeron que los funcionarios estaban nerviosos por la posibilidad de que los candidatos prodemocráticos obtuvieran una victoria en medio de un sentimiento antigubernamental profundamente arraigado y exacerbado por la recién aprobada Ley de Seguridad nacional impuesta por Beijing.
Los observadores han dicho que el aplazamiento de los comicios es la última de una serie de medidas recientes del gobierno para acallar al movimiento prodemocrático.
La semana pasada se produjo el despido de dos académicos activos en política, el arresto de cuatro jóvenes activistas por violaciones de seguridad nacional y la descalificación de 12 candidatos prodemocráticos para las elecciones legislativas.
Las autoridades han acusado repetidamente a los legisladores de la oposición de "obstruir" el trabajo del gobierno al vetar proyectos de ley impopulares.
La ley de Seguridad Nacional, vigente desde el pasado 1 de julio, hace que "la interferencia grave, la obstrucción o el daño" al ejercicio del poder del gobierno sea un delito de subversión punible con de tres a 10 años de prisión o, en casos graves, cadena perpetua.
Al comentar a principios de semana sobre la demora ampliamente esperada, el legislador prodemocrático Eddie Chu escribió en su cuenta de Twitter que las autoridades querían "evitar una posible derrota devastadora".