El presidente Joe Biden utilizó el lunes su primera aparición en una cumbre de la OTAN desde que asumió el cargo para pedirle al presidente ruso Vladimir Putin que se alejara de las acciones provocadoras dirigidas a Estados Unidos y sus aliados. Los líderes de la OTAN se unieron a Estados Unidos para acusar formalmente a Moscú y Beijing de acciones malignas.
Las duras palabras de Biden para Rusia y sus interacciones amistosas con los aliados de la OTAN marcaron un cambio brusco en el tono de los últimos cuatro años y destacaron el compromiso renovado de Estados Unidos con la alianza de 30 países que fue difamado con frecuencia por su predecesor Donald Trump.
Biden, con un broche de solapa de la OTAN, dijo que en sus extensas conversaciones con los líderes de la OTAN sobre su reunión planificada con Putin el miércoles, todos apoyaron sus planes de presionar al líder ruso para detener los ataques cibernéticos de origen ruso contra Occidente, poner fin a la sofocación violenta de los disidentes políticos y dejar de interferir en las elecciones fuera de sus fronteras.
"Voy a dejar claro al presidente Putin que hay áreas en las que podemos cooperar, si así lo desea", dijo Biden a los periodistas al terminar su día en la sede de la OTAN. "Y si elige no cooperar y actúa de la manera que lo ha hecho en el pasado en relación con la ciberseguridad y otras actividades, entonces responderemos, responderemos de la misma manera".
Biden se encuentra en una visita de ocho días a Europa en la que busca reunir aliados para hablar con una sola voz sobre la lucha contra Rusia y China.
Con ese fin, los líderes de la OTAN declararon el lunes a China como un desafío de seguridad constante y dijeron que los chinos están trabajando para socavar el orden global, un mensaje en sintonía con las súplicas de Biden para confrontar a Beijing sobre las prácticas comerciales, militares y de derechos humanos de China.
En una declaración de la cumbre, los líderes dijeron que los objetivos de China y el "comportamiento asertivo presentan desafíos sistémicos para el orden internacional basado en reglas y para las áreas relevantes para la seguridad de la alianza".
Los jefes de estado y de gobierno expresaron su preocupación por lo que dijeron que eran las "políticas coercitivas" de China, las formas opacas en las que está modernizando sus fuerzas armadas y su uso de la desinformación.
Los líderes de la OTAN también atacaron a Rusia en su comunicado, deplorando lo que consideran sus agresivas actividades militares y sus juegos de guerra rápidos cerca de las fronteras de los países de la OTAN, así como las repetidas violaciones de su espacio aéreo por parte de aviones rusos.
Dijeron que Rusia había intensificado las acciones "híbridas" contra los países miembros al intentar interferir en las elecciones, mediante la intimidación política y económica, mediante campañas de desinformación y "actividades cibernéticas maliciosas".
"Hasta que Rusia demuestre el cumplimiento del derecho internacional y sus obligaciones y responsabilidades internacionales, no puede volver a funcionar como siempre", dijeron.