El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dio su bendición el martes a un segundo mandato para el secretario general Antonio Guterres.
“El Consejo de Seguridad, habiendo examinado la cuestión de la recomendación para el nombramiento del Secretario General de las Naciones Unidas, recomienda a la Asamblea General que el Sr. Antonio Guterres sea nombrado Secretario General de las Naciones Unidas para un segundo mandato desde el 1 de enero de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2026 ”, leyó en un comunicado el embajador de Estonia, Sven Jurgenson, presidente del Consejo.
El Consejo hizo su recomendación durante una breve reunión privada. La nominación de Guterres se trasladará a la Asamblea General de 193 miembros, donde es probable que se apruebe en una votación por consenso el 18 de junio.
La aprobación del Consejo de Seguridad de 15 naciones es fundamental, porque cualquiera de los cinco miembros permanentes (Gran Bretaña, China , Francia, Rusia y Estados Unidos) podrían bloquear la nominación.
El embajador Jurgensen dijo que Guterres ha hecho un trabajo "excelente" en su primer mandato y ha demostrado que es "digno" del cargo.
“Es un constructor de puentes”, dijo Jurgenson.
“Es un gran honor la decisión que adoptó hoy el Consejo de Seguridad de recomendar a la Asamblea General que sirva un segundo mandato como Secretario General de las Naciones Unidas. Estoy muy agradecido a los miembros del Consejo por la confianza que han depositado en mí ”, dijo Guterres en un comunicado.
Guterres, de 72 años, se postula sin oposición por un mandato de cinco años. Los candidatos deben contar con el respaldo de un gobierno, el suyo o de otro, para ser considerados oficialmente, y él es el único individuo que cumple con ese requisito. Algunas otras personas han intentado sin éxito nominarse para el puesto, incluido al menos un miembro del personal de la ONU de bajo nivel que ganó algo de publicidad, pero sin respaldo oficial.
El ex primer ministro portugués asumió el cargo en 2017, tres semanas antes de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos. Durante sus cuatro años, Trump siguió una política exterior de “Estados Unidos primero” que evitaba el multilateralismo. Retiró a Estados Unidos de varios acuerdos internacionales históricos, como el Acuerdo Climático de París de 2015 y el acuerdo nuclear de Irán. También recortó cientos de millones de dólares en contribuciones estadounidenses al presupuesto de la ONU y sus agencias especializadas, incluido el Programa Mundial de Salud.
Guterres pasó gran parte de su primer mandato tratando de no entrar en conflicto con la administración de Estados Unidos y terminar en la cuenta de Twitter del ex presidente.
"Creo que Guterres tiene un poco más de espacio político para ser audaz ahora que su segundo mandato está en la bolsa y Trump está fuera del camino", dijo Richard Gowan, director de la ONU para International Crisis Group, un grupo de expertos.
La prevención de conflictos y la lucha contra el cambio climático han sido dos de los temas emblemáticos de Guterres. Luego vino COVID-19. El jefe de la ONU ha intentado convertir una catástrofe global en una oportunidad para "reconstruir mejor".
"Probablemente intensificará sus esfuerzos para lograr más avances en el cambio climático, especialmente alrededor de la COP 26, y creo que se posicionará como una voz para los países pobres que luchan por recuperarse del COVID-19", dijo Gowan, refiriéndose al clima. conferencia de revisión programada para noviembre en Escocia.
Incluso con una administración estadounidense amiga de la ONU en el cargo, Guterres aún tendrá que manejar un delicado acto diplomático de equilibrio.
"Todavía necesita caminar por una delgada línea entre China, Rusia y Estados Unidos sobre la geopolítica, por lo que creo que se mantendrá cauteloso cuando se trate de la mayoría de los conflictos importantes como Siria y Ucrania", dijo Gowan.
Los grupos de derechos humanos han criticado a Guterres por no hablar más sobre los abusos a los derechos humanos por parte de China, Rusia, Estados Unidos y sus aliados.
“Con su reelección a sus espaldas, Guterres debería utilizar los próximos cinco años para convertirse en un firme defensor de los derechos”, dijo Kenneth Roth, director ejecutivo de Human Rights Watch. "Su reciente disposición a denunciar los abusos en Myanmar y Bielorrusia debería ampliarse para incluir a todos los gobiernos que merecen una condena, incluidos los poderosos y protegidos".
Guterres tampoco tendrá escasez de conflictos y crisis humanitarias que abordar en un segundo mandato. La mayoría, si no todos, de los conflictos que estaban en curso cuando asumió el cargo hace cinco años, siguen sin resolverse en la actualidad, y varios nuevos, incluidos Myanmar y Etiopía, presentan nuevas amenazas a la paz y la seguridad internacionales.
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