El presidente del instituto alemán de enfermedades infecciosas dijo el jueves que, pese a que el riesgo del coronavirus en el país sigue siendo alto y algunos hospitales están alcanzando su capacidad máxima, ve señales para un cauteloso optimismo.
Hablando a periodistas en Berlín, Lothar Wieler, presidente del Instituto Roberto Koch para Enfermedades Infecciosas, dijo que el jueves Alemania había registrado 21.866 nuevos casos de infecciones de coronavirus en las últimas 24 horas.
Wieler dijo que mientras las infecciones continúan aumentando, él igual encontró una razón para tener esperanzas.
"Lo que me hace sentir cautelosamente optimista”, dijo, “es el hecho que el número de casos ha estado aumentando en una tasa más lenta durante varios días. Así que la curva está subiendo un poco menos inclinada, se está aplanando”.
El funcionario reconoció no saber si esto es un desarrollo estable que podría continuar. Pero insistió en que muestra que “no estamos desamparados a la merced del virus” y que las medidas que el gobierno ha tomado hacen una diferencia.
Alemania implementó un confinamiento parcial de cuatro semanas el 2 de noviembre para poner bajo control la tasa de infecciones. Restaurantes, bares, locales de deportes y entretenimiento han cerrado, pero las escuelas y tiendas no esenciales permanecen abiertas.
Wieler señaló que el número de pacientes del COVID-19 en cuidados intensivos se ha duplicado en las últimas dos semanas. Agregó que la situación es probable que empeore antes de mejorar.
"Es posible que pacientes ya no puedan recibir cuidado óptimo en todas partes. Debemos por lo tanto prevenir que la situación empeore más”, advirtió. “Esa es mi expectativa, y estamos haciendo todo lo posible por alcanzar esa meta”.
Wieler dijo que casi la mitad de los hospitales contactados por su instituto están reportando “disponibilidad limitada” de respiradores artificiales y limitaciones de personal.