Un ataque mortal del grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra una prisión en la ciudad afgana oriental de Jalalabad ha dejado al menos 29 muertos y a otras 50 personas heridas.
El Ministerio de Defensa afgano dijo en un comunicado que la instalación fue "completamente despejada". Las autoridades dijeron que la operación "resultó en la muerte de cinco atacantes dentro de la prisión", junto con tres reclusos asesinados por el EI, dos de los fallecidos eran talibanes.
"La prisión ahora está bajo el control de las fuerzas de seguridad afganas", dijo el portavoz del Ministerio de Defensa, Fawad Aman, al canal afgano Tolo News.
Entre los heridos se incluyen prisioneros y personal de seguridad del recinto penal. Las autoridades dicen que el ataque de la facción local del EI se prolongó hasta el lunes por la tarde tras unas 20 horas de enfrentamientos.
La prisión tenía casi 1.800 reclusos en el momento en que fue atacada. La policía dijo que arrestó a más de 1.000 prisioneros que intentaron huir, pero algunos de ellos aún permanecen desaparecidos.
El Estado Islámico se adjudicó el ataque y las autoridades aseguran las acciones comenzaron con la explosión de un coche bomba seguido de la llegada de pistoleros que asaltaron las instalaciones.
La mayoría de los ataques han sido contra objetivos civiles, como las comunidades minoritarias sikh o chiítas.
Los talibán, que se disponen a negociar un acuerdo de paz con el gobierno afgano, se han distanciado del ataque. El portavoz talibán Zabiullah Mujahid aseguró que su grupo "no tenía nada que ver con eso".
(Con la colaboración de Ayesha Tanzeem).
