Valoradas por su carne y aceite, las ballenas fueron alguna vez consideradas de poca importancia para el océano. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que las ballenas tienen un impacto poderoso y positivo sobre el funcionamiento de los océanos.
"[Los cetáceos] pueden aumentar los nutrientes en las zonas donde se están alimentando", dijo Joe Romano, biólogo de la Universidad de Vermont y autor principal del estudio. "Las ballenas se sumergen para alimentarse. Luego suben y, como resultado, defecan en la superficie. [Los desechos] tienen una gran cantidad de nitrógeno y otros nutrientes que pueden aumentar la productividad en las zonas donde las ballenas se alimentan".
Incluso cuando mueren y se hunden, las ballenas siguen sirviendo al océano. "Eso también lleva nutrientes a las profundidades para las especies que dependen totalmente de las ballenas”, dijo Romano.
A pesar de que algunas pesquerías comerciales argumentan que las ballenas consumen demasiados peces, este nuevo estudio muestra que no es del todo cierto.
“Nuestro estudio y varios otros están empezando a demostrar que es mucho más complicado, más interesante que eso. Cuando las ballenas están en un ecosistema saludable, podemos tener más peces y más ballenas al mismo tiempo", explicó Romero.
Después de siglos de disminución de la población de ballenas, ellas se encuentran repoblando sus áreas históricas de reproducción y alimentación. Pero, aun cuando las ballenas se recuperan, estas siguen expuestas a las amenazas humanas, según Romero.