Educar a las niñas alrededor del mundo es la nueva iniciativa del gobierno del presidente Barack Obama, anunciado este martes en la Casa Blanca.
Pero para Charlene Espinoza, de origen mexicano, esta tarea ha sido gran parte de su vida.
Aunque nació en Santa Mónica, California, desde su adolescencia, en Rosarito México, Espinoza vivió las carencias a las que se enfrentan las niñas en países de escasos recursos.
“Mientras es normal que las mujeres en Estados Unidos se eduquen y alcancen carreras universitarias, en otros países, como en el mismo México, las niñas no son tan afortunadas”, aseguró Espinoza a la Voz de América.
La iniciativa Let girls learn (Deja que las niñas aprendan) presentada por el presidente estadounidense y su esposa Michelle Obama, da esperanzas a Espinoza de lograr grandes objetivos, esos por los que ella ha trabajado por años.
“Yo vivía sin electricidad ni agua potable (…) Creo que esta iniciativa que el presidente y la primera dama están iniciando ayudará enormemente a comunidades que lo necesitan”, dijo Espinoza.
En Liberia, esta mexicana desarrolló una organización llamada Bosh Bosh, que potencia las habilidades de costura de las mujeres para que puedan obtener ganancias y volverse independientes.
Aunque Espinoza cree firmemente que educando a una mujer “no solamente educas a su pueblo, sino también, al mundo entero”.
El programa Let girls learn busca educar a una gran parte de las 62 millones de niñas en todo el mundo que no van a la escuela, utilizando a las mismas comunidades con quienes ya trabaja la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), y el trabajo que realizan los voluntarios de la organización The Peace Corps, además de la empresa privada.
Algunas comunidades de Nigeria, Paquistán, Liberia, Guinea, Sudán, Etiopía, Bangladesh, Tanzania, Mozambique, República Democrática del Congo, El Salvador, entre otros, se verán beneficiadas.