La ciudad de Boston y algunos lugares de Nueva Inglaterra y el estado de Nueva York podrían recibir este lunes entre 30 y 60 centímetros de nieve fresca encima de las toneladas que han recibido en las últimas semanas y que todavía llenan las calles.
Se trata de la tercera tormenta en casi dos semanas y las ciudades no encuentran qué hacer con las grandes cantidades de hielo que han recogido y llevado a estacionamientos vacíos y otros lugares abiertos que ahora lucen como montañas nevadas.
"El gran asunto a este punto no es solo esta tormenta, pero el impacto acumulativo de tres tormentas en las útimas dos semanas", dijo el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker.
Para añadir insultos a las heridas, la Agencia de Manejo de Emergencias de Massachusetts advirtió que en un par de días se espera además temperaturas extremadamente bajas y vientos que las empeoran.
Las continuas tormentas invernales ya han consumido el 70 por ciento del presupuesto de mantenimiento de New Hampshire, y si bien la nieve es bienvenida por los numerosos lugares turísticos para esquiar, para los negocios se ha vuelto un dolor de cabeza.
El sistema público de transporte de Boston, uno de los más antiguos del país, ha sido particularmente golpeado por el clima. Los rieles de trenes y tranvías fueron limpiados de nieve el domingo con la esperanza de que pueda haber servicio, así sea limitado.
El Aeropuerto Internacional Logan solo permitirá un número limitado de entradas y salidas el lunes, y las aerolíneas ya han cancelado unos 200 vuelos en anticipación a la tormenta que se espera dure todo el día.