Se cumple un mes desde que el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó de delitos de narcotráfico y terrorismo al presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro, y a 13 funcionarios de su entorno. Además, ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por información que facilite su captura.
A juicio de expertos, se trata de una nueva etapa en la estrategia trazada por Washington, que pareciera haber agotado la vía política y no tener vuelta atrás, toda vez que existen acusaciones criminales, pero la salida del poder de Maduro no se ha concretado.
Para el analista Gabriel Reyes la administración Trump intenta habilitar la transición, pero la coyuntura planteada por la pandemia de COVID-19, vuelve el panorama más complejo.
“El grave problema que hay es que esta transición solo es posible si existe el efecto de la acción colectiva y la acción colectiva es la visibilización del descontento, pero esta visibilización no se puede dar; entonces, yo creo que más bien, si esta situación se mantiene, el efecto pudiera ser inclusive contraproducente” sostiene Reyes.
A juicio del politólogo Ricardo Sucre, en líneas generales, más allá de una “contención de sus tendencias autoritarias”, las medidas del Gobierno estadounidense contra Maduro “no han sido eficaces”.
“El indicador por excelencia que han construido los EE.UU. y la oposición es el llamado quiebre, el quiebre de la coalición dominante (…). La estructura chavista vigente presente, gobernadores, estructura del partido, alto mando militar, estructura militar, decida abandonar a Maduro, eso no ha ocurrido y por lo tanto uno puede decir que la política no ha sido exitosa a pesar de la presión y las sanciones” afirma Sucre.
El presidente interino Juan Guaidó ha insistido en varias ocasiones en que la comunidad internacional ha presentado diversas opciones para lograr un cambio de Gobierno en territorio venezolano.
“Lo decía Luther King, el terreno de lucha lo elige el opresor y es hoy la dictadura de Maduro la que ha elegido la confrontación, la que ha elegido la persecución política, la que ha elegido vincularse con el narcotráfico y el terrorismo para tratar de secuestrar un día más el poder en Miraflores” dijo Guaidó en una reciente entrevista con la Voz de América.
Pero el Gobierno en disputa ha desestimado todas las opciones que planteen la salida del poder de Maduro, e insisten en solicitar que las medidas sean retiradas.
Maduro pidió días atrás que “cesen las sanciones”, a la vez que admitió que “Venezuela necesita apoyo internacional”.
Mientras, en el tablero político, la oposición liderada por Guaidó junto a la comunidad internacional y, por otra parte, el Gobierno en disputa, siguen moviendo fichas, muchos ciudadanos viven con una permanente incertidumbre y preocupación sobre cuál será el resultado que definirá sus futuros.