Las sanciones interpuestas por el gobierno de Estados Unidos contra el hijo mayor del gobernante Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, Rafael Ortega Murillo, representan un fuerte daño económico para la familia presidencial, según afirma el excontralor de la República, Agustín Jarquín Anaya.
El exfuncionario explicó que la medida se extiende a la Distribuidora Nacional de Petróleo (DNP Petronic), la empresa de seguridad El Goliat y a la concesionaria de gasolineras Inversiones Zanzíbar, tres de los grandes negocios manejados por la familia Ortega Murillo.
“Le establece prácticamente una muerte económica, en sus diferente emprendimientos que realizan tanto en Nicaragua como fuera del país, pero además es una presión que se aumenta para que se dé paso al diálogo que han estado reclamando tanto la oposición, la iglesia, la OEA, Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas”, explicó el analista a la Voz de América.
Rafael Ortega Murillo se convierte así en el segundo hijo de Daniel Ortega y Rosario Murillo sancionado por Estados Unidos. El primero fue Laureano, tras ser señalado por involucrarse en redes de corrupción y por lavado de dinero.
El gobierno de Nicaragua no ha emitido declaraciones oficiales sobre las sanciones interpuestas contra el hijo del presidente Ortega, sin embargo, la primera dama, Rosario Murillo, emitió este jueves fuertes declaraciones contra la oposición luego de que la policía nacional golpeara a opositores y periodistas durante un evento donde se presentaron propuestas de reformas electorales.
“Oigan al pueblo cuando dice ya dejen de joder, ¿qué quiere decir? Por favor con la paz no se juega, por favor escuchen con la paz no se juega… el alma nicaragüense no puede convivir con la torpeza, la bajeza, la estupidez, la elementalidad, la falta de espíritu cristiano de seres que parecen salir de otras dimensiones...Ya dejen de joder dice la gente, ya dejen de joder decimos todos, déjennos en paz”, puntualizó la primera dama durante su acostumbrada intervención en medios oficiales.
Rafael Ortega Murillo es el mayor de los hijos de la pareja presidencial, tiene 51 años y es hijo adoptivo de Daniel Ortega Saavedra. Él ha estado a cargo de las operaciones de Alba de Nicaragua Albanisa, una empresa que ya fue sancionada por Estados Unidos, por la cual se canalizaban los fondos generados por el acuerdo petrolero con Venezuela.
Las funciones de Rafael Ortega Murillo incluyen además representaciones diplomáticas en varios países, donde ha sido identificado como asesor presidencial.
De acuerdo al comunicado que emitió el Departamento del Tesoro, Rafael Ortega Murillo “es un administrador de dinero clave para la familia Ortega” y utiliza “dos compañías que posee o controla, Inversiones Zanzíbar, SA y Servicio de Protección y Vigilancia, SA para generar ganancias, lavar dinero y obtener acceso preferencial a los mercados para el régimen de Ortega”.