El gobierno del presidente Daniel Ortega presentó al cuerpo diplomático acreditado en Nicaragua, a través del canciller Denis Moncada, los ejes y prioridades que regirán su política exterior durante el año 2020.
El plan se resume, básicamente, en la búsqueda de una mayor cooperación y en la defensa de la “no injerencia en asuntos internos”.
“Seguiremos promoviendo el respeto y defensa de los principios que rigen el derecho internacional el cumplimiento de la carta de la ONU, sus principios y propósitos dirigidos al respeto, a la igualdad soberana entre los estados, la no injerencia en los asuntos internos, la abstención del uso de la fuerza, y la no imposición de medidas unilaterales y legales arbitrarias y coercitivas”, dijo Moncada.
El gobierno de Daniel Ortega dijo que se centrará en gestionar financiamiento y cooperación para el desarrollo de proyectos prioritarios del Programa Nacional de Desarrollo Humano, y como parte de ello proyecta hacer gestiones en conjunto con las misiones en el exterior.
Este mensaje llega en momentos en que el gobierno sandinista tiene una baja cooperación externa, principalmente desde que dejó de percibir los fondos provenientes de la cooperación venezolana.
Violeta Granera, de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, criticó fuertemente la política exterior del gobierno.
“No es más que la continuidad de la política de limosnero y con garrote que ha mantenido Ortega siempre que ha estado al frente del país”, dijo Granera.
“Es absolutamente absurdo estar pretendiendo que la comunidad internacional va a apoyar a esta dictadura mientras ellos pretenden continuar con sus medidas represivas e irrespetuosas de los derechos humanos”.
En el encuentro con ministros y diplomáticos estuvieron presentes los embajadores y representantes de todos los países que tienen relaciones con Nicaragua, entre ellos el embajador de Estados Unidos, Kevin Sullivan.
Estados Unidos es uno de los países que más ha condenado las acciones de represión y violencia estatal ocurridas en Nicaragua.