La oposición nicaragüense aglutinada en la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, anunció en conferencia de prensa que trabajan en un proceso de unidad con el fin de lograr la salida del presidente Daniel Ortega y así acabar con la crisis sociopolítica que atraviesa el país desde hace más de un año.
José Pallais, representante de la Alianza Cívica, manifestó a la Voz de América que este proceso incluye a los partidos políticos que aún no pertenecen al bloque opositor.
“La lucha que actualmente enfrenta Nicaragua no es una lucha ideológica. No es una lucha entre izquierda y derecha. Es una lucha entre una democracia y una dictadura. Una lucha contra una dictadura culpable de crímenes de lesa humanidad, documentado por varios organismos de derechos humanos”, manifestó Carlos Tunnerman, miembro de la oposición.
Agregó Tunnerman que este proceso establecerá reformas electorales que tendrán como fin “evitar que los nuevos gobernantes se desvíen de la voluntad popular y el consenso nacional, como ha sido en repetidas ocasiones”.
Por su parte el secretario de Relaciones Exteriores del gobernante FSLN, Jacinto Suárez, manifestó que la oposición nicaragüense está dividida y que representan a un sector minoritario de la sociedad.
“Que hagan sus propuestas, sus movilizaciones y veámonos en las elecciones. El mensaje que trajeron de la OEA es que se unieran”, dijo el funcionario público.
El llamado de la Alianza Cívica se da a pocas semanas de que una comisión de alto nivel, de la Organización de los Estados Americanos, instara a la oposición nicaragüense a buscar la unidad de la disidencia durante una reunión que se llevó a cabo en El Salvador, luego de que el gobierno del presidente Ortega les negara el acceso al país.
Nicaragua vive una de las peores crisis políticas desde que estallaron las protestas contra el presidente Daniel Ortega, según afirman analistas y sociólogos.
Las protestan dejaron más de 300 muertos y miles de personas lanzadas al exilio, afirman organizaciones de derechos humanos.