Nicaragua accederá esta semana, de manera gratuita, a un cargamento de alrededor de 25.000 pruebas rápidas para detectar el COVID-19, en el marco de un programa del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Este cargamento forma parte del plan de contingencia que el BCIE impulsa en la región a un monto de 1,960 millones de dólares. De ese fondo, 2.1 millones de dólares se destinaron para comprar las pruebas rápidas.
Hasta ahora el Centro Nacional de Diagnósticos es el único laboratorio autorizado para realizar las pruebas de coronavirus en el país, por lo que médicos independientes recomiendan al gobierno autorizar a laboratorios y hospitales privados para realizar esta prueba.
El doctor Javier Núñez, de la Unidad Medica Nicaragüense, que aglutina a más de 500 profesionales de la salud, aseguró que es importante descentralizar las pruebas.
“No solamente el Ministerio de Salud debe tener el instrumento para realizar las pruebas, si no que debiera estar en todas las instituciones públicas y privadas, de tal manera que se puedan hacer las pruebas a todo caso sospechoso”, explicó.
Núñez considera que el Sistema de Salud Pública podría no tener capacidad de identificar todos los casos positivos del COVID-19, por lo que es importante también sumar los esfuerzos del sector privado.
“¿Cuál ha sido el éxito de otros países para romper la cadena de contaminación? Hacer pruebas a gran escala. Eso es un gran problema que tenemos en Nicaragua: la centralización y el secretismo en la cantidad de pruebas que se han realizado a los pacientes, y esto es vital para poder romper la cadena epidemiológica”, cuestionó.
Añadió que mientras las pruebas de laboratorios pueden tardar horas en conocerse los resultados, los test rápidos arrojan información en cuestión de minutos, lo que ayuda a frenar la propagación del virus, altamente contagioso.
El llamado del sector privado
El sector privado también instó al gobierno a descentralizar la aplicación de estas pruebas, para que se apliquen al mayor número de personas y así contener la propagación del mismo, tal como lo han hecho otros países como Corea del Sur o Taiwán.
Por su parte, la ministra de salud Martha Reyes, declaró en entrevista con el local Canal 10 que estarían dispuestos a autorizar las pruebas en los hospitales y laboratorios privados, pero con una condición.
“Si cuentan con todo lo que está registrado a través de la Organización Mundial de la Salud, cumplen como está establecido en el país, que pase por todos los aspectos regulatorios de farmacia, yo creo que no habría ningún problema. Pero mientras no esté avalado por la Organización Mundial de la Salud, no va a cumplir con los requisitos de farmacia nuestros", dijo Reyes.
Hasta el momento no se ha informado cuántas pruebas de laboratorio ha hecho el Ministerio de Salud desde que se conoció el primer caso y el gobierno de Nicaragua se ha negado a autorizar a los hospitales privados la importación de kits de pruebas rápidas del virus para apoyar la lucha contra la propagación del COVID-19.