La comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua advirtió el lunes que las próximas elecciones de Nicaragua, a las que considera “una luz de esperanza”, están amenazadas por protagonismos y ambiciones personales.
Un comunicado de la comisión dijo que las elecciones son “una posibilidad constitucional y pacífica para sacar al país de la crisis social, política y económica” en que se encuentra.
En un reciente discurso, el obispo de la Diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, exigió a las fuerzas políticas de Nicaragua concentrar sus esfuerzos en la discusión y aprobación de reformas electorales que garanticen transparencias en los próximos comicios.
“En Nicaragua todos los partidos políticos tienen una deuda histórica con nosotros, el pueblo”, dijo Álvarez.
“En Nicaragua no hay ni un solo partido político que no tenga una deuda histórica con nosotros el pueblo, y que en este momento principalmente de nuestra historia tienen la gran oportunidad de cancelarla”, explicó el religioso.
Ante la crítica y el llamado de la Iglesia católica, Violeta Granera, de la Unidad Nacional Azul y Blanco, y miembro de la Coalición Nacional, se declaró a favor de métodos más democráticos en las agrupaciones políticas.
“En la Unidad Nacional Azul y Blanco, si llega el momento de unas elecciones de verdad, lo que estamos empujando es que haya elecciones primarias, algún método democrático para que la gente, la población, la ciudadanía elija a aquellas personas en quienes van a depositar su confianza para conducir el cambio que necesita Nicaragua”, dijo Granera.
Desde principios de este año, los grupos opositores han expuesto la posibilidad de fraccionarse ante la cercanía de las elecciones nacionales, lo que ha provocado el descontento de la población.
Mientras tanto, la Coalición Nacional aún sostiene reuniones con los partidos políticos sin, hasta la fecha, concretizar ningún acuerdo.
Maximino Rodríguez, diputado del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) criticó el llamado de la iglesia y dijo que los religiosos desconocen el funcionamiento político dentro de la Asamblea Nacional.
“Realmente, Rolando Álvarez está equivocado al exigir a las fuerzas políticas hacer reformas a la Ley Electoral”, señaló.
“Es decir, desconoce quiénes y dónde se hacen las reformas. Ahora bien, no solo se debe de hablar de reformas electorales, sino más bien del desmantelamiento de las estructuras criminales que operan desde el Consejo Supremo Electoral y por supuesto la articulación de una Gran Coalición Electoral, más allá de las ideologías políticas”, argumentó Rodríguez.
Por otro lado, el vicepresidente del Partido Ciudadanos por la Libertad (CXL), Óscar Sobalvarro, sostuvo que su partido asume el reto impuesto por la Iglesia de contribuir a que el país retome la institucionalidad que necesita.
“Yo creo que el llamamiento de monseñor debe escalar en la mente de aquellos partidos políticos que tienen representación en la Asamblea Nacional de hacer mejor las cosas. Aquí basta de coqueteos, lo que importa es Nicaragua”, dijo el político a la VOA.
El viernes 7 de febrero, las fuerzas más representativas de la oposición política de Nicaragua demandaron en un comunicado la participación de organismos nacionales e internacionales en discusión de reformas electorales.
El comunicado fue firmado por representantes de la Alianza Cívica, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), el Grupo Pro-Reforma Electoral, Ciudadanos por la Libertad, el Partido Liberal Constitucionalista, Yatama, el Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) y el Partido Restauración Democrática.
La nota advirtió que el próximo 28 de febrero expira la vigencia del Memorándum de Entendimiento entre la Secretaría General de la OEA y el gobierno del presidente Daniel Ortega.
Este documento fue suscrito con el objetivo de “impulsar y acompañar los esfuerzos dirigidos al fortalecimiento institucional político-electoral de la República de Nicaragua”.