El gobierno de Daniel Ortega mostró el sábado al obispo nicaragüense Rolando Álvarez, después que la oposición hiciera una alerta exigiendo “una señal de vida”, luego de que se desconociera su condición de salud tras haber sido enviado a la cárcel conocida como “La Modelo” hace más de 25 días.
Los medios oficiales informaron que el obispo recibió la visita de dos de sus hermanos. Uno de ellos había solicitado semanas atrás verlo sin que tuviera respuesta en aquel momento.
“Estoy con mucha fuerza interior, con mucha paz en el Señor y la Virgen Santísima”, declaró el obispo Álvarez a los medios oficiales presentes durante la visita familiar.
-Nos alegra verlo bien, saludable-, dijo el periodista que lo abordó.
- ¿Ah sí, me ves bien? ¿saludable? ¿y la cara cómo le va ves-, respondió el obispo.
Presión internacional
Álvarez había sido visto por última vez en público el 10 de febrero, cuando el gobierno de Ortega emitió una condena en su contra de 26 años y cuatro meses de cárcel por los supuestos delitos de traición a la patria, entre otros.
Opositores y organizaciones de derechos humanos habían lanzado una alerta desde entonces porque se desconocía en las condiciones que el obispo se encontraba.
“Finalmente el régimen respondió a nuestras demandas de presentar pruebas de vida de monseñor Álvarez; sigamos luchando hasta lograr que lo liberen”, escribió en Twitter la activista nicaragüense Bianca Jagger.
De acuerdo con el exembajador de Nicaragua en la OEA, Arturo McFields, la “puesta en escena del régimen” a Álvarez pretende mostrar “una supuesta bondad, flexibilidad y respeto a los derechos humanos” de la administración de Ortega, algo que a su juicio “no existe”.
Según McFields, algo importante a recalcar es que esta semana hubo una sesión en el Congreso de Estados Unidos sobre Nicaragua y al día siguiente el secretario Anthony Blinken expresó su respaldo y admiración por monseñor Rolando Álvarez.
“En un contexto más amplio, nos damos cuenta de que la presión da resultados y este régimen, sin presión, no va a hacer ningún cambio significativo", dijo McFields.
El obispo Rolando Álvarez es uno de los presos políticos considerados de mayor peso que tiene Ortega en la cárcel de Nicaragua, luego de haber excarcelado a más de 222 personas de la oposición.
Ortega propuso la salida de Álvarez del país para ser enviado a Estados Unidos, no obstante el religioso se rehusó a tal medida.
El mandatario sandinista dijo al respecto que fue un acto de un “desquiciado”.
“Yo no sé qué piensa este señor, que frente a una decisión del Estado nicaragüense, dice que él no acata, una resolución de un tribunal de justicia del Estado nicaragüense que lo está mandando a irse del país y, total, no podíamos enviarlo", aseguró Ortega.
Esta semana el secretario de Estado Blinken se refirió al obispo como una persona de quien sentía una “profunda admiración”.
El papa Francisco también ha pedido por el religioso y ha comparado a la administración de Ortega con “una dictadura hitleriana”.
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