Nicaragua firmó un nuevo acuerdo con Irán en materia económica y de cooperación, informó la cancillería de Managua en un comunicado de prensa.
Este nuevo trato tiene como objetivo “consolidar las relaciones de amistad y cooperación” entre ambos países, indicó el lunes el canciller nicaragüense, Denis Moncada.
“Buscamos las mejores condiciones, superar la pobreza relativa en cada uno de nuestros países, según sus propias condiciones y avanzar en el bien común de nuestros pueblos”, agregó Moncada en lo que sería el documento número 14 firmado entre las dos naciones en lo que va del año.
Sin embargo, opositores consideran que el acercamiento de Managua a Teherán es una provocación a Estados Unidos, que mantiene tensas relaciones diplomáticas con el país persa, sobre todo porque Washington ha condenado la ejecución de al menos dos manifestantes detenidos en las protestas que sacuden este país.
“La amistad que tiene la dictadura de Ortega con Irán es una relación peligrosa. Pone en peligro al pueblo nicaragüense y podría involucrarnos en conflicto futuros que no son saludables para el país”, dijo a la Voz de América el opositor Luis Fley, exiliado en Estados Unidos.
Por su parte el analista político, Néstor Rosanía, coincide en que Nicaragua tiene como estrategia fortalecer sus vínculos con los enemigos de las democracias occidentales, como ocurrió durante la guerra fría.
“Nicaragua se está convirtiendo en una nueva Cuba, un país aislado sin un mayor comercio y con violaciones a los derechos humanos”, sentenció en declaraciones a la VOA.
Nicaragua tiene una relación especial con Irán. De hecho Ortega se ha referido a la revolución islámica de Irán en 1979, como “una revolución gemela” del alzamiento popular sandinista, que logró su triunfo contra el gobierno de Anastasio Somoza Debayle, en el mismo año.
Esa cercanía se mantuvo después que Ortega saliera del poder tras perder las elecciones de 1990 y se hicieron evidentes tan pronto el líder sandinista regresó a la presidencia en el 2007.
Ortega nombró como su “secretario y asesor privado para asuntos internacionales” a Mohammed Lashtar, ciudadano libio nacionalizado nicaraguense, sobrino de Gaddafi y vinculado con los servicios libios de inteligencia.
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