Aunque parece que lo peor ya pasó, para los expresos políticos en Nicaragua el drama continúa. Muchos están desempleados y no logran conseguir trabajo porque los empleadores tienen temor a las represalias del gobierno.
El expreso político Jeffry Jarquín es originario de la Costa Caribe y explicó que organizaron el colectivo de artesanos excarcelados para poder sobrevivir entre el acoso policial y la falta de empleo.
“Ustedes saben que estas personas que están aquí no tienen papeles, sus records policiales están sucios, necesitan generar empleo. Nosotros somos padres de familia, somos nicaragüenses. En mi caso, yo no cuento con ningún trabajo, necesito regresarme a mi casa”, aseguró Jarquín.
Jarquín denunció las torturas de las que dice fue víctima durante los días que estuvo recluido en el sistema penitenciario “La Modelo”. “El 8 de marzo, Día de la Mujer, a mi me colgaron, me quemaron mi garganta, me quemaron mis partes personales”, manifestó.
Señaló que aparte del desempleo, los ahorros de toda su vida han desaparecido en su cuenta de banco, “me robaron todo lo que era mi capital los ocho mil setecientos dólares de toda una vida de trabajo, ya no están en el Banco La FISE”.
Edwin Altamirano, también expreso político, aseguró que tras ser liberado de las cárceles ha sido complicado conseguir un empleo estable para sustentar a su familia. “Es una forma de sobrevivir nosotros por la situación política que está, que no nos permite este gobierno trabajar. La gente no nos da trabajo por el temor de que le vayan a cerrar su negocio, su empresa”, manifestó.
Los expresos políticos tratan de sobrevivir ahora a través de la venta de artesanías y manualidades, una habilidad que precisamente aprendieron mientras se encontraban recluidos en las cárceles del país.
El desempleo es una problemática que afecta a todo el país. La crisis sociopolítica llevó a la economía nacional a una recesión que ha provocado un decrecimiento en la oferta de empleo formal. Esto solo se incrementan en el caso de los considerados presos políticos, que también son asediados por policías y paramilitares en sus hogares y puestos laborales.
Mientras, ciudadanos consultados por la Voz de América, aseguran apoyar cualquier iniciativa que aporte a la subsistencia de los excarcelados, como dice Martha Lorena Bonilla: “yo apoyo a los presos políticos en todas sus iniciativas que tengan porque los pobres no tienen trabajo y es cierto que el gobierno los anda asediando a diestra y siniestra”.
Mientras tanto, cada espacio donde los presos políticos se pueden reunir para ofertar sus productos, se convierte de forma espontánea en una pequeña protesta.
Funcionarios del gobierno del presidente Daniel Ortega han negado en reiteradas ocasiones que la policía nacional o fuerzas paramilitares se dediquen a asediar o perseguir a expresos políticos .