El pastor evangélico Rudy Palacios no estaba enterado de que había sido inscrito como candidato a concejal por el Partido Alianza Liberal Nicaragüense, una de las organizaciones políticas señaladas de ser falsas opositoras al gobierno del presidente Daniel Ortega y que participará en los comicios municipales del 6 de noviembre.
La llamada de un amigo informándole que apareció en una lista provisional divulgada el 13 de septiembre por el Consejo Supremo Electoral (CSE) le “sorprendió” ya que a su juicio no tenía interés alguno de participar en las elecciones que se realizarán en Nicaragua durante las próximas semanas ya que considera que “no hay condiciones para hacer algo bueno”.
“Me di cuenta anoche, me sorprendió y quisiera aclarar a la población esta situación. Yo no di autorización para que apareciera mi nombre ahí”, dijo Palacios al medio digital Nicaragua Actual.
Las elecciones municipales que se realizarán el 6 de noviembre tienen como fin elegir los cargos de las autoridades locales de los 153 municipios de Nicaragua, y según opositores consultados por la Voz de América, no solo son una oportunidad para mantener el control absoluto que Ortega a nivel nacional, sino para consolidarlo.
Las autoridades se distribuyen en alcaldes, vice-alcaldes, concejales municipales, propietarios y suplentes, según el Consejo Supremo Electoral.
En los comicios de 2017 el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que es el Partido oficial en Nicaragua controlado por Ortega, se adjudicó 135 alcaldías, de las 153, mientras que el resto se distribuyeron en los partidos restantes.
Alcaldías son una réplica de “corrupción nacional”
Pero este proceso electoral carece de legitimidad, al igual que las elecciones presidenciales de 2021 en donde Ortega resultó reelecto tras encarcelar a todos los aspirantes, aseguran analistas.
De acuerdo con Pedro Fonseca, un nicaragüense experto en temas electorales, este proceso buscará que Ortega mantenga sus fichas claves o “redes de corrupción”, por medio de las alcaldías.
“El Frente Sandinista, históricamente, ha operado gracias a redes de corrupción y hay personas que forman parte y son piezas clave dentro de las redes de corrupción del Frente Sandinista, y de alguna u otra manera existe una relación transaccional entre los alcaldes, las alcaldesas, las familias que gobiernan los municipios”, señala Fonseca a la VOA.
El experto indica que hay familias enteras que gobiernan en las localidades, que administran los recursos de municipios “en una relación de ganar-ganar con la familia presidencial y con las cúpulas del Frente Sandinista, pues se encargan precisamente de controlar en su plenitud la administración pública y los recursos de la república entera”.
“Al final, básicamente, estas personas se han perpetuado en las alcaldías de la misma manera en que se ha perpetuado Ortega en la presidencia”.
Según el semanario Confidencial, Ortega repetirá como candidatos a las elecciones municipales a 101 alcaldes que están en sus puestos actualmente, incluido tres alcaldes sancionados por Estados Unidos, mientras que al menos cinco partidos políticos más, tildados de ser “falsos opositores” participarán en el proceso: el Partido Liberal Constitucionalista, el Partido Indígena Regional Yatama, la Alianza por la República, APRE, y el Partido Liberal Independiente, PLI.
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