Netflix expande su servicio de películas y programas de televisión vía internet a Brasil en una ofensiva comercial para ingresar en el mercado latinoamericano, crucial para la compañía tras los reveses surgidos en Estados Unidos.
"Lo que Netflix busca hacer es conectar al mundo para proporcionar el contenido del mundo a los ciudadanos del mundo", dijo su director general Reed Hastings, según cita la agencia Associated Press.
Netflix comenzará a operar en Argentina, Paraguay y Uruguay, y en una semana más se expandirá a Bolivia, Centroamérica y el Caribe, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Venezuela.
Pero no todo son ventajas: el porcentaje de hogares con internet de banda ancha es menor en Latinoamérica, así como las velocidades de descarga de datos son menores. Por otra parte la piratería de películas en la región es de las más extendidas y existen otros competidores locales.
Sólo el 20% de los 42 millones de usuarios de internet en Brasil tienen una velocidad de conexión superior a los 500 kilobytes por segundo, de acuerdo con un informe difundido en mayo por la agencia encuestadora Ibope Nielsen Online. Para bajar películas en línea se requiere una velocidad mínima de alrededor de 800 kilobytes por segundo.
El servicio en Brasil costará alrededor de $9 dólares al mes y los nuevos suscriptores podrán disfrutar el servicio gratis durante el primer mes. En Estados Unidos la suscripción para recibir el servicio en línea es de $8 dólares mensuales y los clientes pueden pagar un poco más para recibir DVDs por correo.
La compañía con sede en Los Gatos, California, intenta apaciguar a los suscriptores molestos por un incremento de precio de hasta el 60% en planes que conjuntan el servicio de video en internet y la renta de DVDs.
La última batalla perdida de Netflix se está dando por la posibilidad de perder los derechos de difusión de Starz Entertainment, parte de Liberty Media Corp. La compañía se expandió internacionalmente en septiembre de 2010, cuando anunció sus servicios para Canadá.