El discurso del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ayer ante el Congreso de Estados Unidos tuvo variopintas reacciones en su propio país.
"Regreso a Israel con el conocimiento de que muchos han escuchado, a lo largo y ancho del mundo, lo que Israel tenía que decirles sobre el mal acuerdo que se está gestando con Irán", dijo el primer ministro a su llegada Tel Aviv.
Y si bien muchos lo escucharon –en Israel fue transmitido cuasi en vivo, solo cinco minutos atrás del tiempo real por si hablaba de política y tenía que ser censurado—muchos están divididos sobre si la intervención en Washington fue primordialmente una maniobra de campaña a solo dos semanas de las elecciones nacionales.
En Estados Unidos esa fue la queja principal: demasiado cerca de la elección y no haber consultado con el gobierno de Obama.
En Israel lo que se ha criticado es que ha provocado la división del público estadounidense y socavado el apoyo de Estados Unidos al estado judío.
Isaac Herzon, principal dirigente de la alianza centro-izquierdista y principal opositor de Netanyahu, dijo que el discurso no detendrá el programa nuclear de Irán y no tendrá ninguna influencia en las negociaciones.
“Como resultado, el discurso es más un sabotaje a las relaciones entre EE.UU. e Israel”, dijo Herzog. Añadió que no va a cambiar la posición del gobierno estadounidense y solo ha conseguido el distanciamiento del único amigo y aliado estratégico que tiene Israel.
En medios locales, las críticas al viaje han sido casi generalizadas con la excepción del diario Israel Hayom, de la órbita política del primer ministro, y algunos columnistas de derechas.
La veterana Sima Kadmón, del diario Yediot Aharonot, califica la comparecencia ante el Congreso como "un discurso de supervivencia" de Netanyahu.
"Netanyahu tiene ahora un sólo problema: Que regresa a Israel, donde le esperan todos los asuntos de los que quería desviar la atención, los que quería retirar de la agenda (política de las elecciones)", agrega.
Pero el primer ministro insiste que con su intervención ofreció una “alternativa práctica” al posible acuerdo nuclear con Irán y que ahora los legisladores estadounidenses “comprenden mejor” porqué el acuerdo es malo.