Al menos 75 personas murieron en Nairobi, la capital de Kenia, al estallar una tubería de distribución de gasolina, dejando un centenar de heridos.
Oficiales de la policía de Nairobi dijeron que recuperaron 61 cuerpos hasta el momento, pero anticipan que puede ir en aumento el número de muertos.
Más de 100 personas que resultaron quemadas, fueron trasladadas a hospitales locales, después de que el conducto explotara en el empobrecido suburbio de Sinai, dénsamente poblado.
La explosión dejó cadáveres carbonizados en las calles y en un arroyo cercano, donde mucha gente se lanzó tratando de extinguir las llamas de sus ropas y el cabello.
El fuego provocado por la explosión también incendió y estremeció algunos edificios cercanos. Los testigos dicen que la tubería que explotó tenía una filtración y que la gente iba al lugar a juntar gasolina.
La policía sospecha que un cigarrillo fue el causante de la explosión.