Millones de usuarios de Twitter pidieron a Elon Musk que renuncie como jefe de la red social, en una encuesta en la plataforma creada por el multimillonario y que este había prometido acatar.
Sin embargo, cuando concluyó la encuesta el lunes, no estaba claro si habría un nuevo líder para la red social, que se ha vuelto más caótica y confusa bajo la conducción de Musk, con medidas rápidamente emitidas y luego retiradas o alteradas por él.
Musk asistió a la final de la Copa del Mundo en Qatar, donde abrió la encuesta. Tras cerrarla 12 horas después, no hubo declaraciones inmediatas de Twitter o de Musk, quien podría encontrarse volando de regreso a Estados Unidos el lunes por la mañana.
Más de la mitad de los 17,5 millones que participaron de la encuesta respondieron “sí” a la pregunta de si Musk debe renunciar como jefe de la empresa.
Musk ha realizado una serie de sondeos sin rigor científico sobre asuntos importantes para la red social, como si debería rescindir la suspensión de las cuentas de periodistas, medida que recibió críticas generalizadas dentro y fuera del ámbito de los medios.
Las encuestas han incrementado la sensación de alboroto en Twitter desde que Musk adquirió la empresa por 44.000 millones de dólares a fines de octubre y posiblemente dejó la conducción en manos de sus usuarios.
De hecho, esta última consulta generó tantas críticas inmediatas, incluyendo de sus defensores, que Musk prometió no hacer ningún cambio radical adicional sin un sondeo a los usuarios en línea.
“Mis disculpas. No volverá a suceder”, tuiteó Musk antes de lanzar una nueva encuesta de 12 horas en la que preguntó si debía dejar el cargo al frente de Twitter. “Acataré los resultados de este sondeo”.
La medida del domingo fue la maniobra más reciente de Musk para suprimir ciertos contenidos después de que canceló una cuenta en Twitter la semana pasada que rastreaba sus vuelos en su jet privado.
Las plataformas prohibidas incluían a las dominantes Facebook e Instagram, y los nuevos rivales Mastodon, Tribel, Nostr, Post y Truth Social, propiedad del expresidente Donald Trump. Twitter no dio explicaciones de por qué su lista negra incluía a esos siete sitios web y no a otros como Parler, TikTok y LinkedIn.
Twitter había dicho que por lo menos suspendería temporalmente las cuentas que incluyeran a los sitios prohibidos en su perfil, una práctica tan generalizada que habría sido muy difícil aplicar las restricciones a millones de usuarios de Twitter en todo el mundo.
No sólo la colocación de enlaces, sino también los intentos de eludir las restricciones escribiendo frases como “Instagram dot com”, podrían haber derivado en la suspensión, indicó la compañía.
Uno de los casos que puso todo a prueba fue el del reconocido capitalista de Silicon Valley Paul Graham, quien en el pasado ha elogiado a Musk, pero el domingo dijo a sus 1,5 millones de seguidores que esta era “la gota que derramó el vaso” y que lo siguieran en Mastodon.
Su cuenta de Twitter fue suspendida al poco tiempo, y restablecida después, una vez que Musk prometió dar marcha atrás a la política que había implementado apenas unas horas antes.
Musk dijo que Twitter suspenderá algunas cuentas en virtud de la política, pero “sólo cuando el propósito ‘principal’ de esa cuenta sea promover a los competidores”.
La semana pasada, Twitter suspendió las cuentas de varios periodistas que cubren a la red social y a Musk, entre ellos reporteros que trabajan para The New York Times, Washington Post, CNN, Voice of America y otras publicaciones. Muchas de esas cuentas fueron restauradas tras un sondeo que el propio Musk llevó a cabo.
Posteriormente, el fin de semana, Taylor Lorenz del Washington Post se convirtió en la periodista más reciente en ser suspendida temporalmente de Twitter.
Lorenz dijo que ella y otro reportero de tecnología del Post estaban efectuando investigaciones para un artículo relacionado con Musk. Ella había intentado comunicarse con el multimillonario, pero los intentos no obtuvieron respuesta, ante lo cual trató de contactarlo el sábado publicando un mensaje en Twitter vinculado a Musk en el que le solicitaba una entrevista.
Para el domingo a mediodía, la cuenta de Lorenz ya estaba funcionando de nuevo, y el tuit que ella pensaba que había provocado su suspensión seguía publicado.
La promesa de Musk de permitir que los usuarios decidan su futuro en Twitter con una encuesta en línea sin un método científico parece haber salido de la nada, aunque en noviembre pasado también había prometido que pronto habría una reorganización.
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