En noviembre, será inaugurado en Chile un museo que reivindicará la memoria de las decenas de miles de personas torturadas, detenidas y desaparecidas durante el régimen dictatorial de Augusto Pinochet.
El edificio tendrá más de 5 mil metros cuadrados y se llamará Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos, según informaron los medios de prensa chilenos.
La construcción del museo fue impulsada por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien tiene amargos recuerdos de esa época, ya que tuvo que exiliarse tras el golpe militar. Su padre, Alberto Bachelet, fue detenido y murió en prisión a causa de las torturas.
El martes 16 de junio, Bachelet encabezó una ceremonia en la sede de gobierno de La Moneda, donde se entregaron donaciones para el museo.
Ex prisioneros políticos y sobrevivientes entregaron diversos objetos que recuerdan esa época negra de la historia chilena, según informó la agencia de noticias AP.
Uno de esos objetos, según AP, fue un “cuaderno con apuntes de Osvaldo Romo, uno de los más feroces torturadores y quien murió en el 2007 en prisión”.
Lea además: Congreso peruano revoca leyes sobre el Amazonas
“Nadie puede negar, desconocer, minimizar o banalizar la tragedia de las violaciones a los Derechos Humanos en Chile”, dijo Bachelet en el acto de entrega de donaciones.
“La memoria la vamos recuperando con el aporte de múltiples vestigios y relatos, para que cada cual haga su propia lectura del pasado y reflexione sobre la necesidad de mejorar nuestra convivencia”, agregó.
El museo reunirá colecciones “muy diversas”, según Bachelet, y tendrá objetos testimoniales como afiches, cuadernos, cartas, fotografías, material audiovisual y sonoro.
Los elementos donados son muy variados, dijo la mandataria, pero lo que tienen en común es que todos son “signos de humanidad, de solidaridad y de esperanza en medio de la oscuridad”.
Con el Museo de la Memoria, se “rescatará la memoria relacionada con las violaciones de los derechos humanos ocurridas en Chile entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990”, dijo Bachelet.
“Serán expresión de la dignidad de las personas que fueron víctimas, así como de las acciones de protección, defensa y promoción de los Derechos Humanos ante los crímenes de Estado”, agregó.
Un informe de la Comisión Nacional de Prisión Política y Tortura de Chile –presentado en 2004 y complementado en 2005 – concluyó que 28.459 personas fueron “víctimas de prisión política y tortura” durante el régimen dictatorial, y unas 3.000 personas fueron desaparecidas o murieron.