El Papa Francisco cumplió el lunes su promesa de pedir disculpas a los nativos de Canadá en su tierra natal por el papel de la Iglesia en las escuelas en las que se abusaba de los niños indígenas, calificando la asimilación cultural forzada de "mal" y de "error desastroso".
Hablando cerca del emplazamiento de una antigua escuela, Francisco pidió perdón por el respaldo cristiano a la "mentalidad colonizadora" de la época.
Pidió una "investigación seria" de las llamadas escuelas residenciales y más asistencia para ayudar a los sobrevivientes y descendientes a sanar.
"Con vergüenza y sin ambages, pido humildemente perdón por el mal cometido por tantos cristianos contra los pueblos indígenas", dijo Francisco a los dirigentes indígenas de las Primeras Naciones, los Metis y los Inuit.
El Papa, de 85 años, está realizando una gira de una semana por Canadá para cumplir una promesa que hizo a las delegaciones indígenas que lo visitaron este año en el Vaticano, donde presentó la disculpa inicial.
"Pido perdón, en particular, por el modo en que muchos miembros de la Iglesia y de las comunidades religiosas cooperaron, también con su indiferencia, en los proyectos de destrucción cultural y de asimilación forzosa promovidos por los Gobiernos de la época, que culminaron en el sistema de internados", sostuvo.
Más de 150.000 niños indígenas fueron separados de sus familias y llevados a internados entre 1881 y 1996. Muchos niños pasaron hambre, fueron golpeados y sufrieron abusos sexuales en un sistema que la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá calificó de "genocidio cultural".
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