La policía brasileña utilizó nuevamente gases lacrimógenos para dispersar a unos 100 trabajadores del metro de Sao Paulo que han decidido continuar una huelga que la justicia ha declarado ilegal.
El metro de Sao Paulo, que cada día transporta a 4,5 millones de personas, es fundamental para llegar al estadio Arena Corinthians, donde el jueves se inaugurará la Copa del Mundo.
La huelga dio inicio el jueves y ha causado enormes congestionamientos en esta ciudad de 20 millones de habitantes. Los trabajadores del metro amenazan con mantener la protesta aun durante el Mundial, pese a las advertencias de posibles despidos para los que no regresen al trabajo.
Los trabajadores exigen un alza de 12,2% en lugar del 8,7% que propone la patronal.
Se espera que unas 60.000 personas, incluidos la presidente brasileña Dilma Rousseff y 11 jefes de Estado asistan al partido inaugural.
El Arena Corinthians recibirá en total seis juegos durante el torneo que se extiende por un mes.
El metro de Sao Paulo, que cada día transporta a 4,5 millones de personas, es fundamental para llegar al estadio Arena Corinthians, donde el jueves se inaugurará la Copa del Mundo.
La huelga dio inicio el jueves y ha causado enormes congestionamientos en esta ciudad de 20 millones de habitantes. Los trabajadores del metro amenazan con mantener la protesta aun durante el Mundial, pese a las advertencias de posibles despidos para los que no regresen al trabajo.
Los trabajadores exigen un alza de 12,2% en lugar del 8,7% que propone la patronal.
Se espera que unas 60.000 personas, incluidos la presidente brasileña Dilma Rousseff y 11 jefes de Estado asistan al partido inaugural.
El Arena Corinthians recibirá en total seis juegos durante el torneo que se extiende por un mes.