El jefe de la Misión de Observación Electoral enviado a Honduras por la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Guillermo Solís, consideró en su informe preliminar sobre la jornada electoral del pasado 28 de diciembre, que aún se pueden mejorar las condiciones para realizar en el futuro elecciones con menos escollos en ese país.
“Hoy Honduras tiene un mejor sistema electoral, aun cuando todavía persistan importantes desafíos que dan margen para introducir mejoras en los próximos años”, explicó el enviado del organismo hemisférico.
El jefe de misión reconoce en su informe preliminar todas las mejoras que tuvo el sistema electoral después de los cuestionados comicios de 2017; los mismos que también señaló la Unión Europea en su momento y por los que trabajaron en conjunto con las autoridades hondureñas para subsanar las deficiencias.
Entre las mejoras se destacó la depuración del padrón electoral en más de 800.000 afiliados, la emisión del Documento Nacional de Identidad (DNI) para votar, la creación del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE).
Sin embargo, Solís expresidente de Costa Rica, destacó a que a la elección se llegó con una ley transitoria para justicia electoral, -a falta de consenso entre los partidos políticos en el Congreso Nacional-, con pocos recursos asignados para implementar el proceso y con falta de coordinación entre las Juntas Electorales departamentales y municipales en los 18 departamentos del país con la autoridad central del CNE.
Lo que en la práctica, consideró, se tradujo en atrasos logísticos en la distribución del material electoral y los equipos tecnológicos. Asimismo, constató que la mayoría de los procesos ejecutados en preparación para los comicios "no estaban debidamente estandarizados ni contaban con manuales que definieran en detalle cómo debían ejecutarse lo que generó retrasos”, apuntó la misión de la OEA.
La Secretaria de Finanzas y Presupuestos del gobierno de Honduras, Roxana Rodríguez, dijo -a 10 días de las elecciones- que el CNE tenía a disposición el 100% del presupuesto asignado para el proceso electoral. Y que los requerimientos se estaban cumpliendo sin ningún inconveniente por las contrataciones hechas por la institución rectora de los comicios.
Para suplir las deficiencias mostradas en cuanto al manejo de las tecnologías como el sistema de autentificación biométrica y el sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) que experimentó contratiempos por problemas logísticos y de conectividad que deberán ser subsanados para las próximas elecciones.
“Se observaron retrasos en la distribución de los equipos, falta de capacitación de los operadores, y problemas de conectividad, con 3.155 centros de votación que no lograron conectarse a la red segura de datos”, expuso el jefe de misión Guillermo Solis.
La OEA desplegó a sus observadores en 1.295 juntas receptoras de votos, y estuvo presente en 404 centros de votación en todo el país, la misión empezó su trabajo antes de los comicios y ha seguido de cerca el escrutinio.
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