Los ecuatorianos digerían el miércoles el incidente violento protagonizado por un grupo armado que irrumpió ayer en la estación TC Televisión de Ecuador, que ha agravado la crisis de seguridad que encara el país suramericano.
La jefa de redacción de TC Televisión, Alina Manrique, dijo el martes que hombres encapuchados -portando armas largas, armas cortas y explosivos- le habían colocado “un arma en la cabeza” tras entrar en los estudios de televisión en Guayaquil en el momento en que transmitían en vivo su noticiero.
Los televidentes del canal fueron testigos de la irrupción del grupo armado que apuntó a los presentadores y a otros miembros del equipo, creando una escena de desconcierto y terror.
¿Qué encontró la policía en el estudio de televisión?
El comandante Víctor Herrera, encargado de la zona donde ocurrieron los hechos, confirmó que se utilizaron “explosivos de tipo industrial” y la policía encontró, entre otras cosas, granadas de uso militar y munición que se utiliza en la industria minera.
“Estaba listo para ser activado, también encontramos dos armas largas, cortas y una subametralladora”, detalló el oficial.
Las imágenes del ataque han dado la vuelta al mundo ya que la emisión en directo se mantuvo durante unos 15 minutos y en ellas se podía observar al grupo de atacantes apuntando a los empleados, mientras algunos de ellos permanecían en el piso al tiempo que se escuchaban gritos de “no disparen” tras una serie de supuestos disparos, gemidos de dolor y súplicas.
Según informó la agencia de noticias The Associated Press, Adolfo Macías, alías “Fito”, líder de la pandilla Choneros, aparentemente escapó de su celda en la cárcel de Guayaquil. El jefe del grupo narcotraficante cumplía una condena de 36 años por asesinato, tráfico de drogas y otros delitos, y ante esta desaparición, las autoridades se vieron obligadas a decretar el estado de emergencia.
¿Cuándo comenzó la ola de violencia en Ecuador?
El ataque de este martes supone un nuevo capítulo de la ola de violencia que está enfrentando el país, que cerró el 2023 con el reporte de 7.600 asesinatos -lo que supone un récord- y cuyo gobierno atribuye a bandas criminales relacionadas con el narcotráfico.
Para entender lo que está ocurriendo ahora en Ecuador hay que remontarse a febrero de 2021 cuando se desató una masacre en las instalaciones penitenciarias de Literol, considerada la cárcel más violenta del país, dejando 79 muertos y provocando varios ataques violentos en las calles del país.
Luego, en septiembre de ese año, otro episodio violento dejó 116 presos muertos, algunos de ellos decapitados. En total, se han contabilizado más de 450 reos asesinados en unos 18 enfrentamientos dentro de las cárceles, según datos oficiales.
El gobierno señaló que el líder de Los Choneros, Jorge Luis Zambrano, conocido como “Rasquiña”, fue asesinado tras varias disputas dentro de las cárceles del país mientras trataba de usurpar el país.
¿Qué ha causado esta ola de violencia?
Las autoridades están convencidas que detrás de esta ola de violencia está las disputas entre pandillas por controlar las cárceles, así como también las rutas de narcotráfico a nivel nacional e internacional para poder garantizar la venta de drogas.
En cuanto a lo que ocurrió en el canal de televisión, el exministro de defensa de Ecuador, Luis Hernández, señaló que eran unos “hechos sin precedentes” y que, de alguna manera, pone evidencia que los grupos de crimen organizado han percibido “la debilidad del Estado”, lo que podría llevarlos a perpetrar más acciones de este tipo con el objetivo de “aterrorizar al Estado y sumirlo en un estado de pánico”.
Al mismo tiempo apoyó las medidas impuestas por el actual gobierno, aunque reconoce que se debería enviar un “mensaje claro” a la ciudadanía para que no se someta al terror.
¿Qué ha hecho el gobierno para detener esta situación?
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, quien asumió el cargo el 23 de noviembre, además de decretar el estado de emergencia, también impuso el toque de queda, de manera que quedaron restringidos los derechos de libre movimiento y de reunión, y permite que la policía y las fuerzas armadas puedan entrar en los hogares sin necesidad de una orden judicial.
Además, se ha prohibido que las gasolineras puedan operar durante la noche para evitar explosiones, también se han suspendido las clases presenciales y se ha incrementado la presencia militar en los aeropuertos.
Pero el ataque a la televisora de Guayaquil obligó al gobierno a imponer un nuevo decreto, el 111, en el que se reconoce un conflicto armado interno y se identifica a más de una docena de organizaciones calificándolas de “terroristas” y “actores beligerantes no estatales” que han provocado esta ola de violencia, inestabilidad e inseguridad en el país.
Los Choneros, Lobos, Tiguerones y Aguilas son algunos de los grupos que se menciona en el decreto impuesto por el presidente Noboa y que también permite que las fuerzas de seguridad puedan llevar a cabo operaciones especiales para “neutralizar a los grupos identificados”, respetando el derecho internacional.
En ese sentido, el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Jaime Vela, señaló que cualquiera de los grupos terroristas mencionados en el decreto se convertirán “en un objetivo militar” y en una prioridad para el país. “El presente y el futuro de nuestra patria no está en juego y ningún acto de terror nos hará claudicar, no vamos a retroceder ni a negociar”, agregó al respecto.
El politólogo y catedrático de la Universidad Externado de Colombia, Rafael Piñeros, considera que esta situación forma parte de “un proceso que se viene dando en los últimos años” y en el que “el crimen organizado transnacional viene ganando terreno”.
“Eso quiere decir que hay una mayor presencia de bandas, especialmente de carteles de narcotráfico, y que hay una diversificación de actividades delictivas, que hoy van más allá del tráfico de insumos para la producción de estupefacientes”, explica Piñeros.
Con los movimientos del presidente Noboa, a juicio del experto, se buscaría “utilizar de una manera más expedita los mecanismos que la Constitución y la ley le otorgan para controlar el orden público”.
“Los ataques sistemáticos como los que se presentaron el martes no son una costumbre y, por lo tanto, reflejan una preocupación adicional”, advirtió.
¿Qué postura ha adoptado Estados Unidos al respecto?
La Casa Blanca se ha pronunciado sobre lo ocurrido en el canal de televisión condenando “estos ataques descarados”. Al mismo tiempo, aseguran que la Administración estadounidense está “monitoreando de cerca” lo acontecido en el canal de televisión ecuatoriano.
“Estamos en estrecha coordinación con el presidente Noboa y con el Gobierno ecuatoriano, y estamos listos para brindar asistencia”, declaró un portavoz del Departamento de Estado.
¿Qué dicen los organismos de defensa de la libertad de prensa?
El ataque armado en los estudios de TC Televisión en Guayaquil también ha provocado que varios organismos internacionales que luchan por la libertad de prensa denuncien un ataque a los profesionales de la información.
En declaraciones a la Voz de América, Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa en la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), dijo que estos hechos no buscan más que “generar miedo entre la población".
“Buscaron, por un lado, enviar un mensaje al gobierno de que no van a aceptar los límites que éste está plantando, pero además lo que buscaron es generar el temor en la población”, afirmó.
En su opinión, no es casualidad que los asaltantes hayan escogido un programa de televisión durante su emisión en vivo. “Con lo cual todo el país lo pudo seguir en vivo durante varios minutos, hasta que se cortó la emisión, incluso siguió el sonido un tiempo más”, señaló Jornet convencido de que esa es una “de las acciones típicas del narcotráfico en el mundo, que es la de conseguir una mayor difusión de sus acciones”.
Con todo, señala que el gobierno debe impulsar mejores garantías y que las organizaciones como la SIP deben seguir presionando para que se lleven a cabo protocolos especial para asegurar la libertad de prensa en estos casos.
Mientras tanto, las autoridades confirmaron que se han detenido 13 personas relacionadas con el ataque al canal de televisión, aunque no revelaron sus identidades, y aseguraron que no había rehenes, a pesar de que dos trabajadores resultaron heridos leves.
[Con información de The Associated Press y de Giselle Jacome, colaboradora de la Voz de América en Ecuador]
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