El alto costo de vida que enfrentan amplias franjas de población en América Latina plantea desafíos para la mayoría de países latinoamericanos, donde controlar la inflación supone una priordad para estabilizar la economía, según coincidieron en señalar el miércoles diversos jefes de las carteras de Hacienda.
En un conversatorio abierto realizado esta tarde en el marco de las reuniones de otoño del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington DC, los titulares de las carteras de economía y finanzas ahondaron en la “política fiscal”.
Para el secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, es una prioridad controlar la inflación aunque considera que esta “es importada” y que una de las estrategias del gobierno mexicano es revertir este factor con oferta de productos básicos que han encarecido la canasta básica y el costo de vida en general.
Ramírez de la O dijo que por primera vez se ha abierto la economía para importar productos alimenticios exentos de aranceles, lo que también promueve los cultivos de maíz y otros alimentos.
“Nuestro principal preocupación hoy es la inflación y en la lucha contra la inflación estamos apostando, primero a estabilizar la tasa, hoy la tenemos en 8,7 % hemos invertido 1,5 puntos porcentuales del PIB en estabilizar el precio de la gasolina, esto paga mucho y nos inspira para invitar al sector privado a hacer lo propio en alimentos”, comentó el titular de Hacienda.
Para la ministra de Economía y Finanzas de Uruguay, Azucena Arbeleche, su país como el resto de países latinoamericanos enfrentan un fenómeno que genera presión en diferentes vías que “sumado a la política monetaria de los países desarrollados nos lleva a una situación que estamos enfrentando de desafíos infraccionarios”.
Por ahora –explicó que- desde las instituciones locales. como la banca central de su país se apuesta por una política monetaria contractiva, y por otro lado se ha buscado cómo hacer menos traumático el proceso para los ciudadanos más desposeídos, aunque esto supone reorganizar las finanzas públicas.
“Desde el Ministerio de Economía se tuvieron que dar apoyos concretos de vuelta y focalizados en sectores más vulnerables para poder mantener el poder adquisitivo de esas personas, con trasferencias directas en sectores más desprotegidos”, indicó la ministra Arbeleche.
Para el titular de Hacienda de Colombia, José Antonio Ocampo, la ola inflacionaria está empujando a su país y sin duda a otras naciones de la región a un pérdida progresiva del valor real de los salarios, que agrava la situación doméstica de las familias.
Para Ocampo, los debates van en dos líneas si es una inflación causada por la oferta y demanda y él se inclina por un problema de oferta, pero que funciona en dos sentidos diferentes donde influyen las condiciones locales y la “compleja situación internacional negativa”.
El ministro Ocampo asegura que los incentivos para dinamizar la producción de alimentos locales, encontrar fórmulas para estabilizar los precios de los alimentos que más está afectando la inflación es prioritario, sumado a los fertilizantes y combustibles.
“Por la magnitud de la inflación se empiezan a desarrollar problemas de deflación, de precio de salarios, que también es un problema de oferta, es una inflación muy difícil de curar con política monetaria”, puntualizó el ministro Ocampo.
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