Los testimonios de los sobrevivientes y familiares de las víctimas de tiroteos masivos en Estados Unidos, se escucharon con fuerza este sábado en varias ciudades del país.
"Las armas en sí mismas son solo un aspecto de un problema mucho más insidioso en Estados Unidos (...) simplemente estamos aquí para decir es suficiente", dijo visiblemente conmovido Garnell Whitfield Jr., cuya madre de 86 años de edad murió el pasado mes de mayo en la ciudad de Buffalo, Nueva York.
Whitfield tomó la palabra al mediodía del sábado en el Monumento a Washington en la capital estadounidense, como parte de la 'Marcha por nuestras vidas', convocada por la organización del mismo nombre 'March for Our Lives'.
Los manifestantes portaban carteles multicolores con consignas en contra del uso indiscriminado de las armas, recuerdos de las víctimas y reclamos a los legisladores a tomar acción de una vez.
La marcha también fue reportada desde otras ciudades como Brooklyn, Nueva York, San Antonio y Austin, Texas; Albany, estado de Nueva York, San Diego, California y Denver, Colorado.
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En el acto también hablaron la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser y la representante demócrata por Misuri, Cori Bush.
La alcaldesa Bowser, enfiló su discurso en la exigencia a los congresistas que tomen una acción urgente.
“Los estadounidenses en ciudades y pueblos de todo el país están asustados y frustrados. (…) Estamos exigiendo un cambio y estamos exigiendo un cambio ahora”, concluyó.
La manifestación se realiza a menos de un mes después de que 10 personas negras fueran asesinadas en un supermercado en Buffalo, y 19 niños y dos maestros perecieran por la misma causa en un tiroteo en una escuela en Uvalde, Texas.
Las demandas van dirigidas a prohibir las armas de asalto, exigir verificaciones de antecedentes universales para la compra de armas de todo tipo y el establecimiento de un sistema nacional de licencias.
El presidente de EEUU, Joe Biden, defensor del control de armas, elogió la marcha en la capital estadounidense y volvió a repetir su mantra de que el Congreso tiene parte de la solución en sus manos.
"Hoy, jóvenes de todo el país marchan una vez más con [la] @AMarch4OurLives para pedirle al Congreso que apruebe una legislación de sentido común sobre la seguridad de las armas apoyada por la mayoría de los estadounidenses y propietarios de armas. Me uno a ellos repitiendo mi llamado al Congreso: haz algo", afirmó el mandatario en un tuit.
Los reclamos por la prohibición de la tenencia de armas tienen un muro de contención en quienes aprueban su uso y esgrimen la Segunda Enmienda de la Carta de Derechos de Estados Unidos, que les otorga a los ciudadanos el derecho de portar armas.
Precisamente cuando la Voz de América transmitía en vivo desde el lugar de la marcha, un hombre fue escoltado por la policía y obligado al salir del lugar portando un cartel en el que se opone al control del uso de armas.
Los pasos legales
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó el miércoles una amplia iniciativa de ley que busca aumentar la edad mínima para comprar un fusil semiautomático y prohibir la venta de cargadores con capacidad superior a 15 balas, como respuesta a las recientes masacres en Nueva York y Texas.
El proyecto fue aprobado por 223 votos a favor y 204 en contra, emitidos en gran medida de acuerdo con las líneas partidistas.
Sin embargo, la medida tiene muy pocas posibilidades de convertirse en ley debido a que el Senado busca negociaciones enfocadas en mejorar los programas de salud mental, reforzar la seguridad escolar y perfeccionar las revisiones de antecedentes.
Entre las iniciativas aparece la decisión del estado de Nueva York, que el pasado lunes estableció que en lo adelante habrá que tener al menos 21 años para poder comprar un rifle semiautomático. Hasta ahora, un joven de 18 años podía comprar este tipo de armas.
La gobernadora demócrata Kathy Hochul firmó la medida, que se encuentra entre otras 10 leyes relacionadas con el control de armas.
"Hoy es el comienzo, y no es el final", dijo Hochul en una conferencia de prensa en el Bronx.
Estos proyectos legales pudieran ser seguidos por los estados de Maryland, California, Connecticut y Masachusetts.
Rechazo republicano
Los republicanos rechazan de plano que las armas sean el problema a atajar. Tras la masacre de Uvalde, los senadores estatales en Texas se reunieron para elevar la edad mínima en la compra de armas y adoptar algunas medidas más, pero el gobernador republicano, Greg Abbott ha ofrecido resistencia.
Abbott enfoca sus argumentos en que no se trata de las armas sino de la atención a la salud mental. “Nosotros como estado, nosotros como sociedad, necesitamos hacer un mejor trabajo con la salud mental. Cualquiera que le dispare a otra persona tiene un problema de salud mental, punto”, ha asegurado.
En tanto en Tennessee el legislador estatal republicano Jeremy Faison escribió en su cuenta de Twitter que el estado debe apostar agentes de seguridad en “todas nuestras escuelas”, porque “el mal existe y debemos proteger a los inocentes”.
La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) fue punto de interés nuevamente, pues a pocos días de la matanza en Uvalde, celebró su convención anual en Houston, Texas.
El expresidente de EEUU, Donald Trump, mantuvo su participación en el evento.
"Necesitamos un cambio drástico en nuestra manera de gestionar la salud mental", dijo Trump, siguiendo la línea de su correligionario Abbott: "Hay demasiadas señales de aviso; casi todas estas mentes distorsionadas comparten el mismo perfil", aseveró.
*Los periodistas de VOA Sofía Pisani desde Washington, y Luis Felipe Rojas desde Miami, colaboraron con este reporte.
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