El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, se reunió el viernes con la máxima diplomática de la Unión Europea en Bruselas después de las fuertes críticas del gobierno del presidente Donald Trump hacia el bloque y varios de sus miembros principales por su postura respecto a Irán.
Pompeo sostuvo lo que se anticipaba fuera un tenso desayuno con la jefa de política exterior de la Unión Europea Federica Mogherini apenas un día después de que el vicepresidente Mike Pence acusó a Gran Bretaña, Francia, Alemania y a la Unión Europea en general de intentar evadir las sanciones que impuso Estados Unidos a Irán. Pence hizo un llamado al bloque a seguir los pasos del gobierno de Trump y retirarse del acuerdo nuclear con Irán que se pactó en 2015.
Pence lanzó su ofensiva el jueves durante una conferencia sobre Medio Oriente en Polonia que resaltó dos años de divisiones transatlánticas respecto a Irán. Mogherini no asistió a la conferencia y Francia y Alemania no enviaron a funcionarios de gabinete a la reunión.
Mogherini sonrió, negó con la cabeza y se negó a responder a una pregunta sobre el discurso de Pence antes de sentarse a dialogar con Pompeo y algunos asistentes en las instalaciones de la Unión Europea. Ninguno de ellos habló con los reporteros.
Las duras críticas de Pence amenazaron con tensar aún más los lazos entre Estados Unidos y Europa que ya son débiles en varios aspectos, incluyendo la agenda comercial y de gastos de defensa.
Gran Bretaña, Francia y Alemania, junto al resto de la Unión Europea, siguen respaldando el acuerdo nuclear como la mejor forma para evitar que Irán desarrolle armas atómicas.
