El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, reiteró el martes el punto de vista del gobierno del presidente Donald Trump de que el acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Irán debe ser cambiado y dijo que trasladar la embajada estadounidense en Israel a Jerusalén es una señal tangible del compromiso de Estados Unidos.
Al reunirse con el presidente israelí, Reuven Rivlin, Pence dijo que EE.UU. está enviando una señal a sus aliados europeos sobre la necesidad de alterar el acuerdo de 2015 que aplicó alivio a las sanciones a Irán a cambio de limitar el programa nuclear iraní para asegurar que no desarrolle armas nucleares.
El presidente Trump y los líderes israelíes han objetado el acuerdo, argumentando que Irán obtuvo demasiado, mientras renunció a muy poco.
Negociadores de Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Alemania trabajaron para lograr un acuerdo con Irán. Los líderes europeos han defendido el acuerdo diciendo que está funcionando, incluso han citado las conclusiones de la Agencia Internacional de Energía Atómica, el organismo regulador nuclear de la ONU que está a cargo de monitorear el cumplimiento por parte de Irán.
La Unión Europea también ha expresado su apoyo a continuar buscando una solución de dos estados entre Israel y los palestinos con Jerusalén como capital compartida.
La jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini, aseguró al presidente palestino, Mahmoud Abbas, esa posición durante conversaciones el lunes, el mismo día que Pence anunció que EE.UU. trasladaría su embajada a Jerusalén antes de fines de 2019.