Motivados por llegar a EEUU antes del fin del Título 42, cientos de migrantes se acercaron este jueves a un acceso del muro que limita Ciudad Juárez, en México, para entregarse a los agentes de la Patrulla Fronteriza y cruzar hacia El Paso, Texas.
Muchos se apresuraban para llegar a los puntos de entrada antes del levantamiento de la medida sanitaria, que termina en la medianoche, y el establecimiento de normas más duras para acceder al asilo, que harían mucho más difícil calificar para la protección en territorio estadounidense.
"Estamos dando el todo por el todo", aseguró a la Voz de América Germán, de 47 años, que hizo el viaje desde Colombia con su esposa y su hijo de 6 años.
Al narrar su experiencia, mientras caminaba hacia el muro, el colombiano afirmó que fue una travesía "pesada". La situación "crítica" en su país natal, la "crisis económica y los grupos armados" lo motivó a salir "porque no hay seguridad".
"¿Qué te puedo decir? Pues esto lo hacemos por mejorar nuestras vidas, por buscarle futuro a nuestros niños. (...) Esperamos, confiamos en Dios que lo logremos", dijo.
Bajo la nueva norma del Título 8 que quedará en vigor el viernes 12, los migrantes que lleguen a la frontera solo serán elegibles para asilo si han programado una cita a través de la aplicación CBP One y si han aplicado primero para la protección en un tercer país. Esto limita a la gran mayoría de quienes recorren varias naciones hasta EEUU.
Últimas horas de una medida de tres años
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) movilizó desde horas tempranas de la mañana vehículos oficiales para transportar a los migrantes desde el límite entre ambos países a centros de procesamiento.
La Voz de América pudo constatar como decenas de personas eran trasladadas en buses desde las puertas del muro que divide la franja limítrofe entre ambas naciones, hacia instalaciones del CBP en El Paso, Texas.
De allí, pasarán a albergues temporales dispuestos por las autoridades para acoger a quienes lo necesiten y refugios de oenegés, antes de seguir camino a otras partes del país. La ciudad fronteriza lleva preparándose desde semanas para el levantamiento de las restricciones de la era COVID.
El CBP ha reportado más de 1,2 millones de encuentros con personas intentando cruzar irregularmente desde el inicio del año fiscal 2023 en octubre.
Sólo durante la primera mitad de este periodo se completó la devolución y expulsión de más de 665.000 personas, informó el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien anunció medidas más duras para prevenir las entradas ilegales. "El fin del Título 42 no significa una frontera abierta, sino todo lo contrario", insistió.
Mayorkas reconoció que el incremento en la llegada de personas a la frontera suroeste de EEUU es un desafío que están dispuestos a asumir. "Nos hemos estado preparando durante dos años para esto", precisó este jueves en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
En días recientes, poco antes del fin del Título 42, los encuentros con migrantes irregulares superaron los 10.000 por día. "No puedo sobreestimar la presión sobre nuestro personal y nuestras instalaciones", indicó Mayorkas.
México se comprometió a aceptar unos 30.000 migrantes devueltos al mes, incluidos a ciudadanos de terceros países. La nación azteca ha visto crecer los números de personas que cruzan su territorio en dirección al norte, y en semanas recientes los campamentos en la frontera han aumentado.
"Con la suerte de Dios"
A lo largo del muro fronterizo en Ciudad Juárez, grupos reducidos de migrantes, incluidas familias y madres con sus hijos, se veían caminando a las orillas del Río Grande en búsqueda de la puerta donde se entregarían a las autoridades migratorias. Algunos, confundidos por la numeración, fueron guiados por los oficiales estadounidenses a dirigirse hasta la puerta 42.
En el lugar establecido, una malla de púas rodea la zona y en ella, un pequeño espacio permite la entrada y salida de migrantes. Estos, tienen permitido transitar fuera de la zona cercada para comprar comida y agua que les facilite la espera bajo las altas temperaturas.
"El camino fue horrible, eso no se lo recomiendo a nadie. Más que todo sufren las mujeres con los niños. Venimos a entregarnos y con suerte de Dios que pasemos ya", dijo a la VOA Enmanuel Quintero, en camino hacia el muro.
Ante la pregunta de qué quería hacer una vez que llegara a EEUU, el venezolano aseguró que su intención es "trabajar, trabajar y esforzarme todo lo que pueda para darle un mejor futuro a mi hijo".
"Lo que me dijeron a mí es que de pronto eso se va a poner más difícil después. Entonces pues no sé", advirtió por su parte la colombiana Nydia Silva, de viaje con su hijo pequeño, uno de los grandes motivos para emprender la larga travesía hasta llegar a EEUU.
La meta de Nydia es "conseguir un trabajo y mejorar nuestras condiciones. A nivel de educación del niño me han dicho pues que es muy bueno, entonces también quiero que como que aproveche esa parte", indicó.
En Colombia dejó a sus hermanos y a una sobrina con la resolución de no dejar de intentar, sin embargo, la situación en la frontera le genera incertidumbre. "Esperemos que vayamos a pasar y ya", contesta.
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