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“Migración silenciosa” de haitianos en América Latina: ¿Cómo impacta en la región?


Un migrante haitiano sostiene a su hijo antes de abordar un bote hacia Capurganá, cerca de la frontera con Panamá, el miércoles 28 de julio de 2021, en Necoclí, Colombia. [AP Foto/Iván Valencia]
Un migrante haitiano sostiene a su hijo antes de abordar un bote hacia Capurganá, cerca de la frontera con Panamá, el miércoles 28 de julio de 2021, en Necoclí, Colombia. [AP Foto/Iván Valencia]

La inseguridad, el futuro incierto y los desastres naturales están obligando a muchos haitianos a emprender una peligrosa travesía por América Latina con la esperanza de encontrar una vida mejor para sus familias. ¿En qué consiste este flujo migratorio y qué impacto tiene en la región?

En los últimos años se ha registrado un aumento de flujos migratorios en lugares como Venezuela, donde se calcula que más de cinco millones de nacionales han abandonado su país natal, o Centroamérica, con caravanas migrantes que se dirigen hacia la frontera sur de Estados Unidos.

Algunos expertos migratorios, sin embargo, también hacen referencia a “una migración invisible”, de miles de haitianos que, con la esperanza de conseguir una vida mejor, emprenden una peligrosa travesía por la región.

La “peligrosa” travesía de los haitianos

El agravamiento de las condiciones por la pandemia del coronavirus, los efectos de los desastres naturales y la creciente pobreza e inseguridad en el país han multiplicado los flujos migratorios de haitianos procedentes de Brasil y Chile, que cruzan la peligrosa selva del Tapón de Daríen, entre Colombia y Panamá, rumbo a Estados Unidos.

Un azaroso viaje que registra paradas en países como Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México antes de alcanzar su destino.

“Con el tema de la pandemia, sus condiciones se deterioraron y ahora intentan hacer ese cruce. También por la situación en el país, por el terremoto de agosto y el asesinato del presidente Jovenel Moise. Todo es un caos”, explicó Joao Diniz, líder regional de la organización World Vision en declaraciones a la Voz de América.

Un informe del Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señala además que solo en 2021 se calcula que más de 19.000 niños haitianos, muchos de ellos no acompañados, emprendieron este viaje, que supone “un riesgo muy grande, por ser una región de selva donde suelen haber problemas relacionados con la malaria y el paludismo, pero también por la explotación, el abuso y la trata por parte de las pandillas”.

La organización World Vision, presente en 15 países de América Latina y el Caribe, tiene como objetivo, entre otras cosas, “proteger a los niños contra todo tipo de violencia y vulnerabilidades” y “trabajar por su bienestar y desarrollo para que las familias puedan tener oportunidades de salir adelante”.

El impacto de la migración haitiana en la región

Esa situación migratoria, según explicó Diniz, está teniendo sus efectos en los países de acogida, donde se ha registrado un “retroceso” en las políticas sociales, entre otras cosas. “En países como Brasil volvió la pobreza en muchos casos, incluso el hambre”, dijo. Y eso, alerta, provoca una “reacción negativa” hacia la migración.

“Cuando la población y los gobiernos sienten que los recursos ya no están tan disponibles, hay una reacción negativa contra los migrantes y esto particularmente sentimos que está ocurriendo con el caso de los haitianos”, señaló.

Para Diniz, “es una situación muy crítica para quien está migrando especialmente ahora, porque la pandemia ha agravado y deteriorado todas las condiciones sociales y económicas en los países de acogida. Ahí aumenta el tema de la xenofobia contra los migrantes y aumenta el tema del racismo, principalmente contra los haitianos”.

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Los programas humanitarios no están ayudando

Con un “gobierno débil” y con “la violencia imperando en todo el país”, Haití se encuentra en un escenario crítico cuyas ayudas humanitarias no están permitiendo “transformar” la situación sino “mantenerla”.

Las perspectivas de futuro son negativas, especialmente “porque toda la región está siendo impactada por los efectos de la pandemia”, tanto a nivel sanitario como económico.

“Estamos viendo un retroceso de 20 años en términos de pobreza y hambre. Y esto se agrava. Y si esta situación se establece, la tendencia es que haya más migraciones”, advirtió.

Nicaragua y Venezuela

La situación, como es lógico, no solo se reduce al caso de Haití. Las migraciones entre países del continente es algo que se ha dado en las últimas décadas, con cierto impacto en el territorio.

Sin embargo, la pandemia del COVID-19 ha puesto en jaque los planes de estabilidad en la región, por lo que la presencia de organizaciones humanitarias representa “una neutralidad”.

World Vision, por ejemplo, ha impulsado en Nicaragua varios programas como el de Educación de Desarrollo Económico para las Familias para sentar las bases y ofrecer oportunidades económicas. “En 2021 logramos beneficiar a más de 300.000 niños y sus familias en Nicaragua con los diferentes programas que estamos implementando”, aseguró Diniz.

En Venezuela, la organización también ha diseñado un plan estratégico para dar respuesta a los miles de nacionales que toman la decisión de abandonar el país y establecerse en la región latinoamericana.

“Es lo que llamamos ‘Esperanza sin fronteras’ y este programa apoya a los venezolanos en Colombia, Ecuador, Chile, Bolivia, Perú, etc.”, dijo.

Varios organismos internacionales, como la ONU, han puesto de manifiesto la necesidad de implementar programas específicos y conjuntos para dar una respuesta mucho más efectiva a los migrantes.

“Asegurar las condiciones básicas de alimentación y crear un escenario sostenible” son las prioridades que, a juicio de Diniz, se deberían de tener a la hora de diseñar este tipo de proyectos de ayuda al migrante.

El cambio climático y la violencia en la región

Los efectos del cambio climático también están contribuyendo a las migraciones en la región. “En Honduras, Guatemala o El Salvador se está viendo el impacto del cambio climático en cuanto a las sequías y eso está obligando a muchos a migrar”.

Por último, Diniz destacó que otra de las razones por las que muchos abandonan sus países de origen está en la violencia sistémica.

“La violencia es uno de los factores y está en todos nuestros países. Desafortunadamente somos un continente muy violento y esto desplaza a las familias, por lo que también se está viendo un aumento de las migraciones en todo el continente”, concluyó.

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