Andrew Selle, presidente del Instituto de Políticas Migratorias (MPI por sus siglas en inglés), dijo a la Voz de América que la administración del presidente Donald Trump ha convertido al sistema de solicitud de asilo en un proceso injusto, lento y que no está funcionando debidamente.
"Necesitamos un sistema que procese las peticiones de asilo rápido, tenemos un sistema de asilo que no da justicia a los que merecen asilo", aseguró el analista al preguntarle sobre los procesos que se realizan en la frontera sur en donde hay miles de migrantes, principalmente de Centroamérica.
Este comentario lo hizo el jueves, previo a su participación en el conversatorio denominado: "Un acercamiento americano a la inmigración" organizado por el Foro Nacional de Inmigración (National Inmigration Forum), y que se realizó en Washington, D.C. con la participación de representantes de organizaciones civiles de apoyo a los migrantes, así como políticos y miembros de los cuerpos de seguridad.
Selle agregó que estos procesos legales de solicitud de asilo son demasiado lentos y obligan a los peticionarios a esperar hasta más de dos años por una audiencia o por una respuesta.
"En vez de agilizar los procesos de asilo y generar un control real de los flujos, estamos viendo un intento de eliminar el asilo", dijo el analista a la VOA.
En los últimos meses, caravanas con cientos de migrantes provenientes del llamado Triángulo Norte, conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador, han llegado hasta la frontera de México con Estados Unidos con la esperanza de poder entrar a este país y comenzar una nueva vida, miles de ellos vienen con sus familias completas, que en muchas ocasiones incluyen a niños menores a tres años.
La esperanza de estas familias es que las autoridades estadounidenses les brinden asilo por venir con sus hijos, aduciendo que en sus países son víctimas de la violencia, algo que según Selle, no siempre es la razón principal, y eso disminuye la posibilidad de que reciban asilo.
"Hay más familias huyendo de la violencia y hay otras que traen a sus hijos porque saben que no van a ser deportados tan rápido, parte del flujo es por las amenazas, pero hay otras que traen a sus hijos para evitar ser deportados", dijo.
El presidente Donald Trump asegura que estas medidas y procesos migratorios exhaustivos son para reforzar la seguridad nacional, y que los índices de flujos migratorios se han reducido grandemente gracias a ellas y es por eso que sigue impulsando medidas como la construcción del muro.
En septiembre pasado, Trump elogió la construcción de una nueva sección del muro fronterizo entre Estados Unidos y México, específicamente en Otay Mesa, un suburbio de San Diego que separa California de Tijuana, México.
Durante el foro se hablaron de distintos temas relacionados a la migración, entre esos, los beneficios de la migración en las economías locales y sobre como el tema debe verse como un asunto humanitario y no invasivo.
Carmen Best, jefa del Departamento de Policía de Seattle, Washington, dijo que las personas no deben confundir la denominación de "ciudad santuario" con un paraíso para delinquir.
"Si cometes un crimen, serás detenido y enjuiciado por ese delito, pero no perseguimos a las personas para saber si tienen o no documentos, respetamos eso", dijo la jefa policial en el foro.
Las ciudades santuarios como Seattle, también han sido foco de comentarios de parte del presidente Trump, quien ha dicho que son utilizadas por los indocumentados para protegerse y cometer delitos y ha amenazado en otras oportunidades con recortar fondos federales a los Estados que las toleren.
El gobierno de Estados Unidos ha firmado una serie de acuerdos bilaterales con los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador para impulsar a más personas a buscar asilo más cerca de sus países.
El Salvador firmó acuerdo de seguridad y migración con EE.UU., en septiembre, en el que ambos países se comprometieron a abordar el tema de la migración de una forma conjunta y humana, de tal forma que contribuya a mejorar la prosperidad y seguridad de la región.
A principios de este año, Trump ordenó al Departamento de Estado y a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) dejar de brindar asistencia a estos países temporalmente hasta que sus gobiernos tomaran medidas suficientes para reducir la migración hacia Estados Unidos.