“Si sale nena no la voy a dejar salir hasta que sea mayor. ¿Viste cómo son las nenas a los 14 años hoy en día? Ahora los padres no las cuidan”.
Viviana tiene 18 años y tuvo que dejar el último año de la escuela a medias cuando se quedó embarazada. De eso se arrepiente, de haber dejado el colegio. Pero su hija estudiará y tendrá más oportunidades, dice.
El Día Mundial de la Mujer en Argentina está ceñido a dos ejes: la penalización del feminicidio y la despenalización del aborto. Este último ha provocado numerosas víctimas entre las mujeres que deben buscar una clínica clandestina e insegura.
Viviana nunca quiso abortar, y aunque no va a poder estudiar en mucho tiempo no piensa rendirse. Seguirá estudiando para darle “lo mejor a su hija”, que todavía está por nacer. Quiere ser guía turística aun cuando todos “allá (en Misiones) me dijeron que no lo iba a poder hacer por el hecho de ser mujer, porque como caminas por la selva para mostrar las cataratas (de Iguazú) los turistas se sienten más seguros si sos hombre”.
Caminamos por la calle y un hombre le pregunta: “¿Tiene papá esa panza?”, y ella rápido contesta: “Sí, claro”. Las mujeres fuertes nunca bajan las defensas y ella es una de ellas. Del barrio de donde viene le ha tocado conocer muchas historias, aunque si algo tiene claro es que las que sustentan la casa de puertas adentro son las mujeres. “Cuando ellos no quieren ir a trabajar y no hay un peso en la casa, son ellas siempre las que se van a capital (Buenos Aires)”.
“Antes las chicas se callaban, pero ahora ya saben que como le dejes decir una te la va a decir dos y tres, y la próxima te va a levantar la mano. Así que ahora ya responden desde el principio”, contesta cuando se le pregunta si cree que hay menos violencia contra la mujer. Estas se han vuelto más valientes, afirma, y ellos también, “ya no hay tanta discriminación”.